Desde Finales de febrero de 2023 y hasta el pasado 30 de marzo se han notificado al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) un total de 87 casos de botulismo vinculados a inyecciones intragástricas de neurotoxina botulínica (BoNT, por sus siglas en inglés). Entre los países europeos el más afectado es Alemania con 30 casos confirmados, seguido de Austria con un caso y dos nuevos confirmados en Francia y Suiza. Turquía ha notificado 53 casos.
La información de la que se dispone actualmente indica que todos los casos están relacionados con intervenciones médicas destinadas a perder peso. Las intervenciones se realizaron entre el 3 de febrero y el 1 de marzo en Turquía. El informe publicado por el ECDC informa de que los casos recibieron inyecciones intragástricas de neurotoxina botulínica para el tratamiento de la obesidad en dos hospitales privados turcos, ubicados en Estambul e Izmir. Las autoridades sanitarias alemanas han comunicado que en sus pacientes las dosis inyectadas oscilaron entre 1.000/2.500 unidades de BoNT.
El cuadro clínico de los afectados es variable con casos de levedad hasta algunos que han requerido hospitalización. Dentro de este grupo varios pacientes requirieron ingreso en unidades de cuidados intensivos. .
“Se recomienda a las personas que han viajado a Estambul e Izmir para recibir tratamiento con BoNT entre el 3 de febrero y el 1de marzo de 2023 busquen asesoramiento médico, especialmente si experimentan síntomas como debilidad o dificultad a la hora de respirar y/o tragar”, advierten los expertos del organismo. “El ECDC recomienda encarecidamente a los ciudadanos de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo que eviten los tratamientos intragástricos con BoNT para la obesidad en Turquía, ya que actualmente se asocia con un riesgo significativo de desarrollar botulismo”.
"Se recomienda a las personas que han viajado a Estambul e Izmir para recibir tratamiento con BoNT entre el 3 de febrero y el 1de marzo de 2023 busquen asesoramiento médico"
Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades turcas han revelado que las inyecciones utilizadas se administraron de forma no autorizada para el tratamiento de la obesidad. En consecuencia, se han suspendido las actividades de los departamentos pertinentes de los hospitales implicados y se han iniciado investigaciones contra las partes involucradas.
El botulismo es una enfermedad neuroparalítica grave producida principalmente por la bacteria Clostridium botulinum. La enfermedad puede manifestarse de cuatro formas diferentes: botulismo transmitidos por alimentos, intestinal (cuando las esporas botulínicas germinan dentro del intestino en personas adultas), infantil (cuando las esporas botulínicas germinan en el intestino de bebés menores de un año) y a través de heridas.
De forma natural existen dos tipos de botulismo: por inhalación e iatrogénico. Este último puede producirse como un evento adverso tras la administración de BoNT por razones terapéuticas o cosméticas. En este sentido el ECDC inciden en que aunque es “raro” que las personas que reciben inyecciones de BoNT con fines cosméticos (tratamiento de arrugas faciales, por ejemplo) o terapéuticos (para el control de la espasticidad muscular, por ejemplo), “pueden desarrollar botulismo si les inyecta una dosis excesiva”.
Los síntomas de botulismo iatrogénico incluyen la debilidad y la fatiga. La toxicidad que se genera posteriormente al tratamiento cosmético pueden provocar visión borrosa, caída de párpados, dificultad para tragar y sequedad de boca. En el caso de las toxicidades asociadas al tratamiento terapéutico pueden incluir dificultad para respirar, lo que indicaría el uso de una dosis excesiva.
El ECDC concluye su informe recordando que los síntomas asociados al botulismo pueden ser “muy graves y requieren un tratamiento de cuidados intensivos, así como la administración e antitoxina botulínica”. “Incluso cuando estos tratamientos están disponibles, la recuperación completa generalmente lleva varias semanas o meses”.
Se dispone de información limitada sobre las tasas de mortalidad en los casos de botulismo provocados por intervenciones médicas. En el caso del botulismo transmitido por alimentos, las tasas de mortalidad oscilan entre el cinco y el 10%.