El sol aporta grandes beneficios para la salud. Ayuda a la producción de vitamina D, fundamental para la salud ósea, y a liberar endorfinas, lo que genera un bienestar mental. Sin embargo, tomado en exceso aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer de piel, una enfermedad que afecta a 4.000 personas cada año en España, en el caso del melanoma (el cáncer con peor pronóstico) y más de 74.000 desarrollan un cáncer cutáneo no melanoma.
Aún así, un elevado porcentaje de españoles no son conscientes de este problema ni de cómo una exploración temprana podría ayudarles. Y es que, casi un 80% de la población entre 20 y 50 años nunca ha acudido al dermatólogo para que le revise sus lunares y un 24% de la población piensa que estar bronceado es bueno para la salud, según muestran los resultados del estudio de hábitos frente al sol y conocimiento del cáncer entre la población española 2018, puesto en marcha por la Fundación Piel Sana y la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Tras preguntar a más de 1.000 personas de entre 20 y 50 años, se evidencia que casi el 22% de los encuestados reconoce que no revisa los lunares de su piel y un 50,5% nunca ha revisado los lunares de su pareja.
Casi el 22% de los encuestados reconoce que no revisa los lunares de su piel y un 50,5% nunca ha revisado los lunares de su pareja
Los dermatólogos insisten, de nuevo, en la importancia de prevenir este tumor y en la necesidad de explorar los lunares y nuestra piel en general, al menos una vez al mes. "Emplear unos minutos en la vigilancia puede ayudarnos a la detección precoz y con ello a un tratamiento más eficaz y mejor pronóstico", ha afirmado Eduardo Nagore, coordinador en Europa de la campaña Euromelanoma 2018.
Para concienciar sobre ello, la AEDV ha participado un año más en esta campaña europea con el lema 'España tiene un problema con el cáncer de piel'. Esta vez, los dermatólogos españoles han querido lanzar dos mensajes fundamentales: 'Dale la espalda al cáncer de piel' y 'Un minuto que vale una vida'.
Y es que, tal y como ha explicado el doctor Eduardo Nagore, uno de los dermatólogos coordinadores de esta campaña, “la visita al dermatólogo y, sobre todo, la autoexploración de la piel es fundamental”.
EVALUAR LA PIEL VARIAS VECES AL AÑO
Para realizar una buena vigilancia de los signos de sospecha de melanoma, necesitamos hacer una evaluación de la piel varias veces al año y, como no tenemos ojos en la espalda, debemos pedir a nuestra pareja, familia o amigos que nos ayuden a revisar aquellas zonas donde no llegan nuestros ojos.
Según datos de la Academia Americana de Dermatología, sólo el 36% de las personas examina su espalda en busca de signos de cáncer de piel al menos una vez al año. “Parece que no nos gusta pedir ayuda a los demás en términos de salud dermatológica, ya que el 43% de las personas rara vez o nunca pide a otra que le ponga crema protectora en su espalda”, ha dicho Nagore.
Por su parte, la doctora Yolanda Gilaberte, coordinadora también de la campaña, ha insistido en que “no hay que volverse paranoico con los lunares”, pero, “sí conocer los signos de sospecha que deben llevarnos a consultar con un dermatólogo”. “Hay sitios ‘raros’, como las uñas, el cuero cabelludo, la planta de los pies en los que la señal de alarma es el cambio: antes no había nada y ahora sí. Es lo que decimos nosotros, ‘el patito feo’, un lunar o una lesión que no nos gusta y que debe generar la sospecha de que algo ocurre y que debemos consultar con el especialista”, ha apuntado Gilaberte.
Por último, Pedro Jaén, presidente de la Fundación Piel Sana de la AEDV, Pedro Jaén, ha insistido en que todavía queda mucho por hacer en materia de prevención y concienciación. "Por eso apostamos por esta campaña que tiene como principal objetivo la difusión de conocimiento, pero también abre la posibilidad, durante una semana, de pedir una cita para vigilar un lunar sospechoso", ha zanjado.