La biopsia es el método clave para confirmar si, a partir de la sospecha de pruebas diagnósticas previas, un hombre padece cáncer de próstata, el más frecuente entre la población masculina. Ahora, avances en técnicas de imagen y software médico permiten aplicar la biopsia por fusión de imagen de resonancia magnética (RM) y ecografía, un procedimiento que logra detectar más del 96% de casos y que, respecto a la biopsia convencional, aumenta hasta un 40% la precisión diagnóstica.
La biopsia transrectal clásica presenta diferentes limitaciones: es ‘ciega’ -se extraen muestras de tejido de manera aleatoria-; es parcial -permite acceder solo a la mitad de la glándula-; y presenta un mayor riesgo de infecciones – debido a su abordaje por la cavidad rectal-. La evolución tecnológica que ha hecho posible la biopsia por fusión de imagen permite superar estas limitaciones y realizar la prueba de manera más segura, eliminando prácticamente el riesgo de infección grave o sepsis.
“La biopsia por fusión es la herramienta más avanzada para el diagnóstico del cáncer de próstata”
“La biopsia por fusión es la herramienta más avanzada para el diagnóstico del cáncer de próstata”, afirma el doctor Jorge Pastor, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Clínicas Biomédicas Ascires. Este procedimiento presenta dos importantes ventajas: la fusión de dos técnicas de imagen diagnóstica a través de un software específico y la vía de acceso a la próstata, que se realiza por el periné, en vez de por el recto.
MÁXIMA PRECISIÓN CON DOS TÉCNICAS DE IMAGEN
Las dos pruebas de imagen que se combinan son la resonancia magnética multiparamétrica (RMm) y la ecografía. La primera se realiza de manera previa a la biopsia. “Somos partidarios de realizar esta prueba con una resonancia de 3 Teslas, la de mayor calidad de imagen en la práctica médica en la actualidad”, detalla el especialista. En el análisis de la RMm y en la planificación de la biopsia intervienen un radiólogo experto en próstata, un ingeniero biomédico y un oncólogo radioterápico, con el objetivo de determinar con exactitud la localización del posible tumor.
En el momento de realizar la biopsia, el software permite fusionar la imagen de la resonancia -con las estructuras de interés delimitadas- con la de la ecografía, que se realiza en tiempo real. Con ello, el equipo médico es capaz de obtener con total precisión la muestra de tejido de la parte sospechosa, previamente delimitada en la RMm.
Además, teniendo en cuenta que hasta en el 70% de los casos el cáncer de próstata es multicéntrico -tiene diferentes focos o tumores- en la biopsia también se toman otras muestras del conjunto de la glándula. “La gran ventaja es que con la biopsia transperineal podemos acceder además la parte anterior y el ápex de la próstata, con lo que obtenemos un estudio completo de la glándula. Este mapeo integral es complejo y, en ocasiones, imposible con la biopsia convencional, ya que con ella solo tenemos acceso a la parte posterior de la próstata”, aclara el especialista.
MÁS OPCIONES TERAPEÚTICAS Y MENOS SECUELAS
El hecho de fusionar las dos técnicas de imagen y lograr un acceso completo a la zona permite un estudio más preciso tanto a nivel anatómico -de todas las regiones donde puede haber tumor- como del grado de malignidad del posible cáncer. “De esta forma, con la biopsia transperineal por fusión logramos diagnosticar hasta un 40% más de tumores agresivos que con la convencional”, apunta el Dr. Jorge Pastor.
Este incremento en la precisión diagnóstica favorece una selección más adecuada del tratamiento para cada paciente. “Detectar el cáncer de manera más certera y temprana abre la puerta a una selección más adecuada de las opciones terapéuticas, lo que nos permite tener una mayor tasa de éxito en el tratamiento y un menor grado de secuelas”, subraya el oncólogo radioterápico.
MENOR RIESGO DE INFECCIÓN
La biopsia por fusión no solo es más precisa, sino también más segura. De hecho, la vía de punción para acceder a la próstata es otro de los valores diferenciales de la nueva técnica que ha implantado Clínicas Ascires. Con la biopsia transrectal, el acceso a la glándula se produce atravesando el recto, una cavidad contaminada.
Esto provoca una tasa de infecciones del 20%, que van desde la infección urinaria, a la prostatitis o incluso la sepsis. En cambio, con el abordaje transperineal, la aguja no atraviesa en ningún momento la cavidad rectal y se reducen las infecciones, mientras que la tasa de sepsis queda en cifras cercanas al 0.
Por todas estas razones, ante una sospecha de cáncer, las principales guías oncológicas europeas y estadounidenses ya recomiendan, como primera opción, una resonancia magnética multiparamétrica y una biopsia dirigida por ecografía, siempre que esté disponible.
En Clínicas Ascires el procedimiento se lleva a cabo en la clínica Ascires Campanar (Valencia) y en el centro de Cetir Ascires Viladomat (Barcelona), con una duración aproximada de una hora. Se realiza bajo sedación superficial y anestesia local, con lo que el paciente no percibe ninguna molestia y, tras la recuperación de la anestesia, recibe el alta ambulatoria en el mismo día.