La prevención primaria ofrece una buena estrategia a largo plazo para reducir la carga de enfermedades en toda la UE. Paralelamente a esto, se encuentra la prevención secundaria, que busca reducir la mortalidad mediante la detección temprana, algo que se puede hacer, por ejemplo, en cáncer, mediante cribados. Esto parece hacer evidente que someterse a los cribados es fundamental pero, ¿la población de la Unión Europea se presenta para realizarse estas pruebas de detección? La respuesta la ofrece un nuevo informe de Eurostat, que presenta una descripción general de las estadísticas de la Unión Europea (UE) relacionadas con la detección de cáncer de mama, cáncer de cuello uterino y cáncer colorrectal. El documento, además, señala a los países nórdicos como líderes en cribados.
En primer lugar, el análisis describe las tasas de cribado del cáncer de mama en los países de la UE, que son algo más altas que las notificadas para el cribado del cáncer de cuello uterino y mucho mayores que las de cribado del cáncer colorrectal. Las tasas de detección del cáncer de mama muestran la proporción de mujeres aptas que se han sometido a la prueba. Los datos se basan en el número de mujeres de 50 a 69 años que se habían realizado una mamografía bilateral en los dos años anteriores, o según la frecuencia de detección específica recomendada en cada país.
Así, se dispone de datos sobre las tasas de detección del cáncer de mama para 23 países de la UE, en general para 2022, o 2021 para Dinamarca y Hungría. Entre estos países, las tasas de detección fueron inferiores al 40 % en cinco países, y la proporción más baja, del 28,5%, se registró en Eslovaquia. Dinamarca (datos de 2021), Finlandia y Suecia informaron de tasas de detección superiores al 80 %, mientras que Eslovenia también tuvo una tasa superior al 75 %. Además, una comparación de los datos correspondientes a los años 2012 y 2022 indica que las tasas de detección del cáncer de mama aumentaron en seis de los países de la UE para los que se dispone de datos. Los mayores aumentos se observaron en Lituania (hasta 20,1 puntos) y Estonia (hasta 10,6 puntos).
Las tasas de detección de cáncer de mama fueron inferiores al 40 % en cinco países, y la proporción más baja, del 28,5%, se registró en Eslovaquia
En los 13 países de la UE en los que las tasas de detección disminuyeron entre los dos años mostrados, las disminuciones fueron en general inferiores a 10,0 puntos porcentuales. Se observaron disminuciones mayores en Hungría (14,5 puntos porcentuales) (2012-21) y Luxemburgo (-12,3 puntos porcentuales). Dinamarca, Finlandia y Suecia se coronan como los países con tasas más altas de detección pero, ¿qué pasa con España? En nuestro país, el cribado poblacional de cáncer de mama se lleva a cabo en todas las comunidades y en ambas ciudades autónomas. Según el informe 'Perfiles nacionales de cáncer: España 2023', en 2019, en torno al 74% de las mujeres españolas de entre 50 y 69 años afirmaron haberse realizado una mamografía en los dos últimos años. Las bajas tasas de participación en los programas de cribado se concentraron en los grupos de mujeres con menor nivel de estudios y de ingresos.
En lo relativo al cribado del cáncer de cuello uterino, que hace referencia a la población de mujeres de 20 a 69 años de edad que se han sometido a cribado del cáncer de cuello uterino en los tres años anteriores, se dispone de datos para 20 países de la UE. En general, las cifras son para 2022, menos en Dinamarca, Francia y Hungría, que presentan datos de 2021.
Entre estos países, las tasas de detección del cáncer de cuello uterino alcanzaron un máximo de más de tres cuartas partes (78,8 %) en Suecia y casi alcanzaron las tres cuartas partes en República Checa (74,1 %) e Irlanda (73,1 %). En contraposición, la proporción de mujeres que se habían sometido a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino fue del 10,9 % en Polonia y del 4,5 % en Rumanía. De nuevo, son países nórdicos los que lideran el ránking: Suecia y Noruega son los que mayor porcentaje presentan.
Las tasas de detección de cáncer colorrectal superaron el 50,0 % en ocho países, alcanzando el 77,3 % en Finlandia y el 68,4 % en los Países Bajos
En España, el cribado de cáncer de cuello uterino se ha ofrecido a las mujeres de edades comprendidas entre 25 y 65 años cada tres o cinco años. En 2019, el 56% de las mujeres españolas de 15 años o más declararon haberse hecho una citología cervical en los últimos tres años. Nuevamente, las tasas son considerablemente mayores entre las mujeres con un nivel educativo elevado (74 %) y las de renta alta (68 %). En cambio, los porcentajes fueron del 42 % en el caso de las mujeres con menos estudios y del 53 % en aquellas con rentas más bajas.
Finalmente, el informe de Eurostat refleja los datos para 2022 sobre el cribado colorrectal en 18 países de la UE (datos de 2021 para Dinamarca y de 2019 para Alemania). Las tasas de detección superaron el 50,0 % en ocho de estos países, alcanzando el 77,3 % en Finlandia y el 68,4 % en los Países Bajos. Se observaron tasas inferiores al 20,0 % en Letonia (19,1 %), Alemania (15,0 %; datos de 2019) y Hungría (8,1 %). Una vez más, Finlandia y Suecia se posicionan en el primer y tercer puesto, respectivamente.
En España, en 2019 la proporción de la población de entre 50 y 64 años que declaró haber participado en el programa de cribado de cáncer colorrectal en los dos últimos años se situó en torno al 30%. Más del 36 % de las personas del quintil de renta más alto declararon haberse sometido recientemente a un cribado de cáncer colorrectal, mientras que en el quintil más bajo la proporción fue del 22%.