Un estudio multicéntrico nacional ha revelado que el cáncer no vinculado al SIDA se ha convertido en la principal causa de muerte entre las personas que viven con VIH en España. Este informe, que abarca dos décadas de seguimiento (2004-2023), confirma que el cáncer representa cerca del 30% de las muertes en esta población, una cifra considerablemente más alta que el 11% registrado en los primeros años del estudio.
El informe subraya que la principal causa de muerte hace dos décadas eran las complicaciones relacionadas directamente con el VIH, que representaban un 42% de las muertes. Sin embargo, este porcentaje ha disminuido significativamente en la última década, alcanzando solo el 17% en el periodo 2019-2023. Este cambio refleja los avances en los tratamientos antirretrovirales, que han permitido un mejor control de la infección y, por ende, una mayor esperanza de vida para las personas que viven con el virus.
Por su parte, el estudio resalta una notable disminución de muertes por enfermedades hepáticas, que pasaron del 11% en los primeros años del seguimiento al 4% en la última fase del estudio. Este descenso está estrechamente relacionado con la introducción de antivirales de acción directa para tratar la hepatitis C, una enfermedad que, en combinación con el VIH, solía representar un factor de riesgo importante para la salud de los pacientes.
Además, el estudio documenta un incremento de muertes por enfermedades cardiovasculares, que se cuadriplicaron en las dos décadas analizadas. En el periodo 2004-2008, las enfermedades cardiovasculares representaban solo el 2% de las causas de muerte, pero en los últimos cinco años de seguimiento, su porcentaje alcanzó un 7%.
Para llevar a cabo este exhaustivo análisis, los investigadores utilizaron los datos de la cohorte CoRIS (Cohorte de la Red de Investigación en SIDA), que incluye a más de 20.000 personas que viven con VIH en 48 centros de toda España. Los datos recolectados abarcan las características sociodemográficas y clínicas de los participantes, así como el uso de tratamientos antirretrovirales (TAR) y su evolución a lo largo del tiempo.
El número de casos adquiridos a través de relaciones sexuales entre hombres representaron el 69,2% en 2023
El estudio también revela que, en comparación con 2004, las personas que ingresaron en la cohorte en 2023 tienen una mayor proporción de hombres (88,2% frente a 77%) y de personas nacidas fuera de España (59,3% frente a 36,9%). Además, se ha incrementado el número de casos adquiridos a través de relaciones sexuales entre hombres, que representaron el 69,2% en 2023 frente al 40% en 2004.
En cuanto a los tratamientos, la proporción de personas que inician el TAR ha aumentado de forma notable, pasando del 44,6% en 2004 al 97,9% en 2023. Este cambio ha sido clave para reducir la mortalidad en esta población. De hecho, la tasa de mortalidad en el periodo 2004-2008 era de 16,7 por 1000 personas/año, mientras que en 2019-2023 esta tasa descendió a 5,5 por 1000 personas/año.
Otro aspecto relevante de este estudio es la mejora en el control de la carga viral, un indicador clave de la efectividad del tratamiento antirretroviral. En 2004, solo el 22,3% de los participantes lograban tener una carga viral indetectable, mientras que en 2023 este porcentaje aumentó hasta el 90,4%. Esta mejora en la respuesta al tratamiento ha sido fundamental para reducir las complicaciones graves y la mortalidad asociada al VIH.
En 2004, solo el 8,9% de los participantes tenían 50 años o más, pero para 2023 esta proporción se había elevado al 34,4%
El estudio también ha mostrado un envejecimiento significativo de la población con VIH. En 2004, solo el 8,9% de los participantes tenían 50 años o más, pero para 2023 esta proporción se había elevado al 34,4%. Este cambio demográfico plantea nuevos retos en el manejo de la salud de las personas con VIH, ya que el envejecimiento incrementa el riesgo de enfermedades no relacionadas directamente con el virus, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores que participaron en este estudio pertenecen en su mayoría a GeSIDA y colaboraron con 48 centros de 14 comunidades autónomas. Además, la Unidad de Coordinación de CoRIS, ubicada en el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, ha sido clave en la gestión y análisis de los datos, lo que ha permitido una visión detallada de la evolución del VIH en España.