El diagnóstico de cáncer en mujeres ha crecido un 20% en los últimos cinco años. Un incremento que está relacionado con factores como el aumento poblacional y el envejecimiento, pero sobre todo con un mayor consumo de tabaco de la población femenina. Desde el año pasado, el cáncer de pulmón se ha convertido en el tercero con mayor incidencia en mujeres, después del de mama y el colorrectal.
La consecuencia es que 117.196 mujeres serán diagnosticas de cáncer en España en 2020, según los datosrecogidos en el informe “Las cifras del cáncer en España 2020”, editato por la Sociedad Española de Oncología Médica(SEOM) con cifras de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Se podrían reducir hasta en un tercio las muertes por cáncer si se realizase un control sobre los factores de riesgo modificables como el consumo de alcohol, la obesidad, el sedentarismo o el tabaco, responsable de un 33% de las muertes causadas por esta enfermedad”, afirman desde la SEOM.
"Hay que incentivar medidas legislativas para que la población abandone el hábito del tabaco"
“La tendencia a un mayor incremento de la incidencia del cáncer en mujeres (18,4% frente al 7,6% de los hombres) se debe fundamentalmente a un mayor consumo de tabaco entre ellas desde la década de 1970”. En algunos países occidentales el cáncer de pulmón es ya la primera causa de muerte por cáncer en mujeres, por delante del de mama.
En general, las personas fumadoras tienen 20 veces más riesgo de sufrir cáncer que las no fumadoras, pero también tiene un papel fundamental en el desarrollo del cáncer de vejiga, esófago, páncreas y tumores de cabeza y cuello, entre otros. Por todo ello, la SEOM quiere alertar de este aumento de la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres y “concienciar a la población para el abandono del hábito tabáquico cuanto antes. Hay que continuar incentivando medidas legislativas en este sentido”.
LA OBESIDAD, SEGUNDA CAUSA PREVENIBLE DE CÁNCER
Hoy se sabe que hasta en un 7% de las mujeres el tumor que padecen se relaciona con la obesidad, y que hasta en un 23% de los casos de cáncer de mama la obesidad constituye un factor de riesgo, según los datos aportados por la SEOM. Por otro lado, un 35% de la población es sedentaria y las investigaciones al respecto han relacionado la inactividad con el incremento del riesgo de padecer cáncer de colon y de mama.
“Siguiendo las recomendaciones del Código Europeo contra el Cáncer, SEOM aconseja que se realice lactancia materna siempre que se pueda, al menos durante seis meses, y que se limite el uso de terapia hormonal sustitutiva”, explican. “Además, se debe mantener el compromiso individual con los programas de detección precoz”.
Un estilo de vida saludable reduciría hasta un 40% la incidencia de cáncer en los países industrializados
El presidente de la SEOM, el doctor Álvaro Rodríguez-Lescure, insiste en este aspecto en que “el mejor tratamiento es la prevención y, para ello, mejorar los hábitos saludables resulta imprescindible. Estamos convencidos de la necesidad de implementar políticas de salud pública que incorporen esta visión e invitamos a abrir una reflexión sobre las necesidades de investigación básica, clínica y social que no han sido cubiertas y que formarán sin duda parte de nuestro compromiso para los próximos años.
DIFERENCIAS ENTRE SEXOS
Las cifras de incidencia, mortalidad y prevalencia del cáncer en los últimos cinco años son diferentes entre hombres y mujeres. A nivel mundial, en ambos sexos, el cáncer con mayor incidencia y mortalidad es el de pulmón y el de mayor prevalencia a cinco años es el de mama. En general, la supervivencia de las mujeres es superior a la de los hombres porque los tumores más frecuentes en ellas presentan mejores supervivencias.
En España, se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres padecerá cáncer a lo largo de su vida. Afortunadamente, a pesar del aumento del número de pacientes diagnosticados, la mortalidad disminuye en la mayoría de tumores debido a los numerosos avances en el tratamiento y a las medidas de prevención y diagnóstico precoz. Adoptando hábitos de vida saludables –no fumar, no beber alcohol, tener una dieta saludable y practicar ejercicio–, se reduciría hasta un 40% la incidencia de cáncer en los países industrializados.