“El cáncer de mama es uno de los tumores en los que más se ha avanzado en los últimos 25 años y en el que más nuevas drogas tenemos. El avance se ha debido a un mejor conocimiento de la biología de la enfermedad que ha permitido subtiparla”. De este modo, valora el jefe de Oncología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Miguel Martín, el avance general en los tratamientos contra el cáncer de mama en un coloquio en el plató de ConSalud TV, con la colaboración de Gilead.
Este desarrollo, llevado a cabo gracias a la investigación clínica y básica, da lugar a que actualmente “el cáncer de mama no sea una sola enfermedad, sino muchas enfermedades”, apunta la catedrática de Medicina de la Universitat de València y coordinadora de investigación en cáncer de mama del Clínic de València, Ana Lluch. Este avance ha permitido que la clasificación de los mismos se centre en las características moleculares biológicas que tienen las células que componen el tumor y que posibilitan a los especialistas diferenciar subgrupos para tratarlos más adecuadamente.
Uno de los subtipos moleculares a los que se enfrentan pacientes y médicos es el cáncer de mama triple negativo. Comprende aproximadamente entre el 10-15% de todos los casos de cáncer de mama y muestra una agresividad mayor que otros subtipos. Se convierte así su abordaje en todo un reto. Según Lluch, “su comportamiento clínico es diferente a los otros y eso nos ha hecho aprender gracias a la investigación que deben tratarse de manera diferente”.
Respecto al perfil del paciente, el doctor Martín explica que son pacientes más jóvenes, “que tienen una enfermedad que crece muy deprisa”. Debido a su juventud, estas pacientes no acceden a las campañas de screening, por lo que suelen llegar a consulta en estadios más avanzados.
A nivel asistencial, ambos expertos coinciden en la importancia de que estas pacientes se traten en hospitales con grupos multidisciplinares.