En 2020 el cáncer de mama fue el tumor más diagnosticado en el mundo, 2.261.419 casos. Una de cada ocho mujeres en Occidente serán diagnosticadas de este cáncer que actualmente tiene una supervivenica general a 5 años de 90%, un porcentaje que disminuye cuando se trata de un tumor metastásico o de algunos tipos como el triple negativo.
Ante esta situación, "es clave" realizar un abordaje multidisciplinar y una correcta clasificación de los subtipos de este tumor, dada la implicación que ambos tienen en términos de supervivencia. Así lo resaltaron los participantes de la última sesión del Comité de Innovación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) y MSD. Un encuentro en el que participaron miembros del patronato de IDIS, Mª José Vaquerizo, directora de Franquicia de tumores ginecológicos y mama de MSD en España, y Lucía González, jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
La hormonoterapia e inmunoterapia se han convertido en pilares de la individualización del tratamiento de cáncer de mama
Durante el evento se destacó la necesidad de seguir investigando y de apostar por la medicina personalizada, tratamientos y estrategias de prevención y diagnóstico precoz para contribuir a aumentar la supervivencia en las pacientes. En este sentido, el aumento del número de ensayos clínicos centrados en la investigación clínica de este cáncer ha permitido mejorar su abordaje, como reflejó la Dra. Lucía González y se ha pasado de una cirugía conservadora, la radioterapia o la quimioterapia, a la hormonoterapia e inmunoterapia, que se han convertido en pilares de la individualización del tratamiento de cáncer de mama.
Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, cerró la sesión señalando que “el diagnóstico de cáncer de mama suele tener un gran impacto a nivel personal, laboral y familiar. Por ese motivo, es fundamental aumentar el conocimiento sobre la enfermedad y sus posibilidades de curación, los tratamientos y las herramientas de prevención existentes para poder detectar casos en fases tempranas. Y, sobre todo, apoyar la investigación, como pilar esencial para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida en todos los cánceres, pero en especial en los de peor pronóstico”.