En 2013, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) puso en marcha una campaña de comunicación bajo el lema 'En Oncología cada AVANCE se escribe con MAYÚSCULAS' para dar a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores. Mensualmente y desde entonces, la SEOM emite notas de prensa con los hitos más destacados en las diferentes patologías oncológicas.
Por ello, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer de Mama que se celebra cada 19 de octubre, desde la SEOM han destacado los avances más importantes en cáncer de mama. En 2016 se diagnosticaron 26.370 nuevos casos, siendo el segundo tumor más diagnosticado en el mundo y el cuarto en España si se tienen en cuenta ambos sexos. Si se tiene en cuenta solo a la mujer, ocupa el primer puesto de los tumores más diagnosticados en España. Gracias a los avances en diagnóstico precoz y especialmente tratamiento, la mortalidad ha ido descendiendo en estos años. En 2016 fallecieron 6.477 mujeres por cáncer de mama siendo la edad media de defunción 70 años.
Uno de los hitos más significativo en los últimos años fue el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama
A principios de los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. En la actualidad, la cifra se aproxima a casi un 90%.
Uno de los hitos más significativo sin duda en los últimos años fue el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama que se trata de una enfermedad con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos.
El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama HER2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.
MÁS AVANCES
En este sentido, las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab, la asociación de un segundo anticuerpo –pertuzumab– al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico). También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos.
En las pacientes con enfermedad “hormonosensible” también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos como la hormonoterapia, mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente los inhibidores de CDK4/CDK6 como el palbociclib y ribociclib son los ejemplos más relevantes y que han mejorado más la supervivencia libre de progresión de este subgrupo de pacientes.
Entre las pacientes con cáncer de mama metastásico y con presencia de una mutación en el gen BRCA1/2 en la línea germinal, los fármacos inhibidores de PARP (también denominados inhibidores de la poli (ADP-ribosa) polimerasa) como el olaparib y talazoparib han demostrado un beneficio significativo disminuyendo el riesgo de progresión comprado con la terapia estándar.
Además, en estas tres décadas otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila, evitando complicaciones y mejorando la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama.