No es la solución, ya que el fin último es la curación, pero la cronificación del cáncer está cada vez más presente en la sociedad y supone un cambio de paradigma que mejora la situación de los pacientes, ya que en algunos casos de tumores avanzados la cura todavía está lejana, indica a este medio la Dra. Isabel Echevarría, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
Con tumores cronificados nos referimos a aquellos que gracias al tratamiento se reducen, y aunque no llegan a desaparecer, llega un momento en el que dejan de avanzar. Es un cáncer controlado durante muchos años, algo “que no ocurre por igual en todos los subtipos tumorales”, señala la Dra. Echevarría. Aunque es ya una realidad, es difícil hacer una estimación del número de pacientes con cánceres crónicos en España porque "en primer lugar habría que definir cuándo consideramos que un paciente con cáncer ha alcanzado el estado de cronicidad. Las respuestas duraderas son una realidad, pero no hay un punto de corte establecido a partir del cual consideremos que un paciente es un enfermo crónico”.
Tenemos los tumores de larga supervivencia, cada vez más presentes en pacientes que antes tenían un pronóstico de meses y ahora de años. Caso como el de la leucemia mieloide crónica, que gracias a nuevos fármacos ha aumentado su supervivencia a más cinco años en un 16,2% en hombres y un 8,1% en mujeres, según datos del informe Las Cifras del Cáncer en España de 2022, desarrollado por la SEOM.
“Muchos pacientes con cáncer avanzado se encuentran con su enfermedad controlada durante muchos años”, explica la Dra. Echevarría
Y en algunos casos esta larga supervivencia ha permitido denominarlos crónicos. Quizá el caso más claro de tumor cronificado sea el mieloma múltiple, un tipo de cáncer hematológico que actualmente es incurable pero en el que los nuevos fármacos han permitido controlar la enfermedad en estado latente, pasando en dos décadas de una supervivencia de cinco años a 10 años.
“Muchas veces los tumores se cronifican gracias a los tratamientos y muchos pacientes con cáncer avanzado se encuentran con su enfermedad controlada durante muchos años”, explica la Dra. Echevarría, que reconoce que ya es una realidad en las consultas de Oncología, en las que en ciertas patologías, “un volumen importante de pacientes se encuentra en situación de enfermedad crónica”.
CRÓNICO Y NO LETAL
Con una patología cronificada los pacientes se convierten en crónicos. Y en su nueva situación precisan de tratamiento y seguimiento continuados. Los tratamientos se mantienen “de forma indefinida mientras estén siendo eficaces y no tengan una toxicidad limitante para el paciente”, indica la doctora. Con un seguimiento por parte de los servicios de Oncología, Dermatología o Hematología que analizan la evolución de los pacientes.
La baja toxicidad de los tratamientos permiten a estas personas mantener su día a día. Hablamos muchas veces de gente que se puede reincorporar a su vida laboral, que tienen hijos, planes… explica Begoña Barragán, presidenta del Grupo Española de Pacientes con Cáncer (GEPAC). Pacientes, que a diferencia de los de hace unos pocos años, viven con una enfermedad “que sabemos que no nos va a matar”.
Sin embargo, el miedo les acompaña, porque es una enfermedad que puede cambiar o empeorar. También es común que tras tanto tiempo recibiendo unos fármacos determinados el tumor desarrolle cierta resistencia a través de mutaciones u otro tipo de alteraciones moleculares. Sin embargo, gracias al seguimiento, se puede cambiar el tratamiento en el momento en el que se detecte una evolución del tumor, o dar más dosis si el tumor empieza a crecer.
En este camino a la curación y, en su defecto, a la cronificación hablada, con la mayor calidad de vida posible, la investigación en nuevas terapias, fármacos combinados e inmunoterapia sigue avanzando. Porque, “el que nuestros pacientes puedan llevar una vida normal es un gran logro en nuestra especialidad”, concluye la Dra. Echevarría.