Un reciente estudio publicado en la revista The Lancet Microbe ha identificado a la primera persona con VIH que muestra resistencia a las cinco familias de fármacos orales desarrollados hasta el momento utilizados de forma habitual contra el VIH. Se trata de un varón griego de 80 años de edad que fue diagnosticado a los 41 y presenta resistencia a 25 de los 26 medicamentos antirretrovirales probados.
“Hay casos descritos de personas con VIH resistentes a fármacos de las cinco familias, pero ninguno, hasta la fecha, a todas las combinaciones de tratamiento”, explica en declaraciones concedidas a ABC la autora principal del estudio, la doctora María del Carmen Puertas, investigadora de IrisCaixa.
La efectividad de los tratamientos contra el VIH se fundamenta en la acción conjunta de, al menos, dos fármacos de las cinco familias. En el caso de este paciente no se ha logrado controlar el virus mediante la administración de ninguna de las combinaciones posibles.
Esta resistencia encuentra su origen en las distintas mutaciones experimentadas por el virus que afectan a la eficacia de los fármacos en su objetivo de bloquear la replicación viral. Una situación que puede producirse en personas en las que los tratamientos no resultan del todo eficaces, que no siguen los tratamientos de forma continuada o que se han infectado con cepas del virus ya resistentes.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaba en 2019 que más del 10% de las nuevas infecciones por VIH se producían mediante un virus que ya había logrado desarrollar resistencias a los fármacos.
En el caso de este paciente no se ha logrado controlar el virus mediante la administración de ninguna de las combinaciones posibles
Lo cierto es que nos encontramos ante el primer caso de estas características. Hasta la fecha, la literatura científica cuenta con el registro de dos casos con resistencias a algunos de los fármacos de cada una de las cinco familias de antirretrovirales, pero no a todos los medicamentos de forma simultánea.
Entre las causas de esta situación Puertas pone en primer lugar el foco en la utilización de tratamientos poco eficaces. Hablamos de una persona que comenzó a recibir los primeros medicamentos en la década de los 90 cuando estos aún lograban bajos porcentajes de eficacia. Desde ese momento el paciente ha recibido 14 tipos distintos de fármacos que únicamente han conseguido controlar de forma parcial la infección.
“No es que haya un virus panresistente circulando, sino que se ha generado en este caso concreto”
“Ha ido tirando con diferentes opciones y algunas resultaron eficaces durante un tiempo, pero al final, el virus se volvió resistente”, explica poniendo como ejemplo el tratamiento con un inhibidor de nueva generación administrado en 2015 y que fracasó un año después.
Otro de los posibles motivos podría ser una mala adherencia a las terapias. Una probabilidad que únicamente se baraja como hipótesis puesto que los investigadores no han contado con acceso completo al historial del sujeto.
“No es que haya un virus panresistente circulando, sino que se ha generado en este caso concreto”, explica en la citada cabecera Javier Martínez-Picado, otro de los investigadores. La investigación indica que no se ha conocido hasta la fecha prevalencia del VIH panresistente.
Ambos coinciden a la hora de señalar que la identificación de este caso es un aviso para todos que nos alerta sobre la necesidad vital de no bajar la guardia en la lucha contra el VIH. La monitorización de cada caso es fundamental como el mecanismo más precoz ante la identificación de casos resistentes y poder evitar su transmisión.