En el videoconsejo sanitario de esta semana de #TuFarmacéuticoInforma, la farmacéutica Paula Mateos, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, se centra en una práctica muy común entre los dueños de mascotas, que en ocasiones puede no ser correcta, que es usar medicamentos de uso humano para sus animales, cuando en el mercado existen medicamentos específicos para estos animales.
Ambos tipos de medicamentos sólo pueden comercializarse en España tras la pertinente autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, en base a la información de seguridad y eficacia obtenida en ensayos clínicos. En el caso de medicamentos de uso animal, estos ensayos deben realizarse de forma específica en dichos animales, para conocer cómo responden éstos al fármaco, y qué dosis son las más adecuadas.
La Agencia Española, además de evaluar a los medicamentos de uso animal, establece cuáles son sus condiciones de dispensación, y en especial si se necesita receta para la misma. Por ello, nuestra primera recomendación es no utilizar un medicamento en un animal sin la receta del veterinario, cuando esta sea necesaria. En aquellos medicamentos que no requieran receta, consulta siempre con tu farmacéutico antes de utilizarlos.
Es importante recalcar que una de las causas más frecuentes de intoxicaciones en mascotas se debe al empleo de una medicación inadecuada en el animal por parte del propietario.
Ante la pregunta de si podemos utilizarlos mismos principios activos para tratar a nuestras mascotas que a nosotros, la respuesta es NO SIEMPRE. De forma general debemos decir que, en una especie concreta, como un perro, deben utilizarse exclusivamente aquellos medicamentos de uso animal que se hayan evaluado en dicha especie. En caso de no existir alternativas, y tras la evaluación de los beneficios esperados y los posibles riesgos, un veterinario podrá recetar un medicamento indicado en una especie diferente. Como última opción, en caso de no existir alternativas, podrá autorizarse el empleo de un medicamento de uso humano.
De hecho, los efectos farmacológicos de los fármacos pueden ser muy diferentes en humanos y en animales, debido a las características físicas diferentes entre ambos y a la propia idiosincrasia de los animales. La absorción y eliminación de los fármacos puede ser totalmente diferente en personas y animales, así como entre diferentes especies animales. Además, determinados tipos de fármacos son particularmente tóxicos en especies concretas, llegando al caso de que ciertos antiparasitarios pueden emplearse en perros, pero resultan altamente tóxicos en gatos.
Algunas situaciones de intoxicaciones más frecuentes a tener en cuenta y de especial precaución pueden ser:
- El ibuprofeno es tóxico para los perros en dosis que superen los 5 miligramos por kilogramo de peso.
- Hay que tener especial cuidado con el empleo del ácido acetilsalicílico, ya que las dosis terapéuticas y las dosis tóxicas para la mascota están muy próximas, siendo frecuentes los ingresos por intoxicación por esta molécula.
- El empleo de antibióticos debe realizarse siempre con receta, pues de lo contrario podemos causar una intoxicación grave en el animal, así como la posibilidad de favorecer la aparición de fenómenos de resistencia.
- El diazepam es otro medicamento muy usado en veterinaria, sobre todo en perros,con el que hay que seguir escrupulosamente las indicaciones y pautas del veterinario a la hora de emplear este medicamento.
- En cuanto a la utilización de fármacos diuréticos, como la espirinolactona o la furosemida, es bueno saber que un síntoma importante de la intoxicación por estos fármacos es la deshidratación del animal.
- Y por último saber también que el empleo de ANTIHISTAMÍNICOS, para las alergias por ejemplo, con una ingesta inadecuada, los convierte en peligrosos para nuestras mascotas.
Recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Te aconsejaremos y resolveremos cualquier duda que tengas.