La eritromicina es un antibiótico del grupo de los macrólidos, similar a otros como azitromicina o claritromicina. Es un antibiótico activo sobre un número importante de bacterias. No obstante, y al igual que cualquier otro antibiótico, no tiene ningún efecto frente a infecciones causadas por virus, como gripes, resfriados o la mayoría de las infecciones de garganta. También se han descrito casos importantes de bacterias resistentes a su efecto. Así lo explica en el videoconsejo sanitario de #TuFarmacéuticoInforma el profesional Iván Espada.
"Los macrólidos actúan interfiriendo en los procesos de síntesis de las proteínas de las bacterias, impidiendo su crecimiento", señala el farmacéutico.
Está indicada, entre otras, en infecciones respiratorias, como faringitis, amigdalitis o neumonía. También se emplea en caso de infecciones de piel, incluyendo formas graves de acné que requieran tratamiento antibiótico, infecciones de orina o infecciones oculares. "No obstante, el médico debe comprobar previamente que la bacteria causante sea sensible al efecto de eritromicina", explica España. "Nos lo encontramos comercializada en formas orales, como cápsulas, comprimidos o sobres, formas inyectables y formas tópicas como pomadas oftálmicas, geles tópicos o toallitas monodosis", añade.
"El médico debe comprobar previamente que la bacteria causante sea sensible al efecto de eritromicina"
La dosis a emplear y la duración del tratamiento dependen de la localización de la infección y de su gravedad. Normalmente por vía oral se emplean dosis diarias de 1-2 g, divididos en 3-4 tomas. Su empleo oftálmico suele requerir 1 o varias aplicaciones al día, y la administración sobre la piel se hace 1-2 veces al día.
Una de las reacciones adversas más características de eritromicina es la aparición de diarrea. Si presentas diarrea intensa o de varios días de duración tras su empleo, consulta con tu médico, y no emplees antidiarreicos sin que éste te lo recomiende.
"No debes utilizar la eritromicina sin receta médica, ni siquiera en aquellos casos destinados al acné"
El mayor riesgo de eritromicina se debe al mal uso y al abuso que hacemos de este fármaco, y en general de los antibióticos. Y es la aparición de resistencias, que pueden hacer que este antibiótico deje de ser eficaz. El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos ha creado un grupo de expertos para tomar medidas que reduzcan el riesgo de resistencias.
"Entre ellas te recuerdo que no debes utilizar la eritromicina sin receta médica, ni siquiera en aquellos casos destinados al acné. Además, es importante que tomes el antibiótico a las horas y durante el periodo de tiempo que te haya indicado el médico. Y finalmente, desecha el tratamiento que te haya sobrado en el punto SIGRE de tu farmacia", afirma este farmacéutico.
Y recuerda, "pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Él te informará sobre los efectos y la forma de tomar la eritromicina y de cualquier otra duda que tengas", concluye Espada.