En el videoconsejo sanitario de esta semana de #TuFarmacéuticoInforma nos vamos a centrar en la cloroquina y en un derivado suyo, la hidroxicloroquina, de los que tanto se está oyendo hablar estos días para el tratamiento del coronavirus. Si concretamos en dos mensajes lo que hay de cierto y lo que podemos saber sobre estos fármacos a día de hoy, el farmacéutico Carlos Fernandez Moriano señala lo siguiente:
- En primer lugar, tanto la cloroquinacomo como la hidroxicloroquina están actualmente autorizados en España, comercializados en medicamentos que se usan para el tratamiento o prevención de la malaria o paludismo, y también, por su acción antiinflamatoria, frente a determinadas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.
- Y, en segundo lugar, que ambos fármacos han sido propuestos como posibles tratamientos frente a la COVID-19 desde que se iniciara la epidemia en China. Debemos subrayar que, a día de hoy, ningún ensayo clínico controlado y aleatorizado ha demostrado la eficacia y seguridad necesarias para autorizar estos fármacos frente a la infección por coronavirus.
En esta línea, Fernández Moriano explica que la información disponible hasta hoy sobre su eficacia antiviral procede mayoritariamente de estudios in vitro y de pequeños ensayos clínicos, con limitaciones de tamaño, periodos de seguimiento y otros aspectos metodológicos.
"Aunque lo cierto es que no parece que aporten un beneficio tan prometedor como las expectativas que se generaron sobre su uso, ambos fármacos continúan en fase de estudio y hay un gran número de ensayos clínicos en marcha que aportarán la evidencia necesaria para confirmar o descartar su autorización. Mientras tanto, serán las autoridades y los profesionales sanitarios quienes determinen la utilización experimental de estos fármacos u otra opción terapéutica para combatir el coronavirus", añade.
Un último aspecto a destacar sobre el uso de cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19 es relativo a su seguridad. Una alerta emitida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advirtió del posible aumento del riesgo de arritmias cardiacas potencialmente graves (por prolongación del intervalo QT del ECG). Su uso precisa, por tanto, de un seguimiento especial de los pacientes, extremando la precaución al utilizar dosis altas y cuando se administran junto con otros medicamentos que comparten también este efecto adverso, como es el caso, por ejemplo, de la azitromicina.
"Y recuerda, mientras dure este estado de alarma por la infección por coronavirus, acude a tu farmacia solo en caso de necesidad y pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Te ayudaremos y resolveremos cualquier duda que tengas", concluye este farmacéutico.