El videoconsejo sanitario de esta semana de #TuFarmacéuticoInforma se centra en a claritromicina, un antibiótico del grupo de los macrólidos, similar a otros como azitromicina o eritromicina, que actúan interfiriendo en los procesos de síntesis de las proteínas de las bacterias, e impiden su crecimiento.
Según explica el farmacéutico Carlos Fernández Moriano, es un fármaco activo sobre un número importante de bacterias. No obstante, y al igual que cualquier otro antibiótico, no tiene ningún efecto frente a infecciones causadas por virus, como gripes, resfriados o la mayoría de las infecciones de garganta. También se han descrito casos importantes de bacterias resistentes a su efecto.
Está indicada, entre otras, en infecciones del tracto respiratorio, como faringitis, amigdalitis, sinusitis, bronquitis o neumonía. También se emplea en caso de infecciones de piel (foliculitis, celulitis, etc.) o de tejidos blandos, en el tratamiento de la otitis y de infecciones causadas por micobacterias. En pacientes con úlcera gastroduodenal, es eficaz en la erradicación de Helicobacter pylori. Pero, por lo general, el médico debe comprobar previamente que la bacteria causante de cualquier infección sea sensible al efecto de claritromicina.
"Al igual que cualquier otro antibiótico, no tiene ningún efecto frente a infecciones causadas por virus, como gripes, resfriados o la mayoría de las infecciones de garganta"
Se encuentra comercializada en formas farmacéuticas orales, como comprimidos, sobres o granulados (estos últimos específicamente recomendados para niños), y en forma de inyectables de administración intravenosa. La dosis a emplear y la duración del tratamiento dependen de la localización y gravedad de la infección y de la edad del paciente, y tiene que ser definida por el médico. Normalmente por vía oral se emplean dosis diarias de 500-1.000mg divididos en 2 tomas.La duración normal del tratamiento es de 6 a 14 días.
"La claritromicina puede administrarse independientemente de las comidas, ya que el alimento no afecta a su biodisponibilidad. Hasta el momento no hay datos que justifiquen el uso intravenoso de claritromicina en niños", apunta el farmácuetico.
Las reacciones adversas más frecuentes relacionadas con el tratamiento con claritromicina son dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y alteración del gusto. Suelen ser de intensidad leve y coinciden con el perfil de seguridad conocido de los antibióticos macrólidos. Si presentas diarrea u otras alteraciones gastrointestinales intensas o de varios días de duracióntras su empleo, consulta con tu médico, y no emplees antidiarreicos u otros fármacos sin que éste te lo recomiende.
En todo caso, el principal riesgo de claritromicina se debe al mal uso y al abuso que hacemos de este fármaco, y en general de los antibióticos. Y es la aparición de resistencias, que pueden hacer que este antibiótico deje de ser eficaz. El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos ha creado un grupo de expertos (Plan Nacional de la Resistencia a Antibióticos o PRAN), en el que participan los farmacéuticos a través de representantes del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, para tomar medidas que reduzcan el riesgo de resistencias.
"Entre ellas, te recuerdo que no debes utilizar la claritromicina sin receta médica en ningún caso. Además, es importante que tomes el antibiótico a las horas y durante el periodo de tiempo que te haya indicado el médico. Y finalmente, desecha el tratamiento que te haya sobrado en el punto SIGRE de tu farmacia", aclara.
"Y recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza. Él te informará sobre los efectos y la forma de tomar la claritromicina y de cualquier otra duda que tengas", concluye.