Este domingo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC). La jornada busca concienciar y movilizar a la sociedad para prevenir y controlar esta enfermedad, recordando que más de un tercio de los casos de cáncer son prevenibles y otros curables con detección temprana y tratamiento adecuado, lo que podría salvar millones de vidas anualmente.
La doctora Ane Escribano, oncóloga radioterápica y responsable de Medicina Hiperbárica en Olympia Quirónsalud, destaca el avance en tratamientos que ofrecen terapias de apoyo para mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Estudios recientes respaldan la eficacia de la medicina hiperbárica al mejorar la respuesta inmunológica, reducir la fatiga y optimizar los tratamientos convencionales en pacientes seleccionados, aplicando oxígeno a una presión elevada para acelerar la curación de los tejidos.
“En los últimos años la medicina hiperbárica es un nuevo soporte que ayuda a los tratamientos de radioterapia y de quimioterapia. No solo ofrece un alivio significativo a los síntomas, sino que también muestran prometedores resultados en el proceso de recuperación”, señala la doctora Escribano.
Se trata de una disciplina que consiste en suministrar oxígeno a una presión más alta de lo normal para aumentar la cantidad de oxígeno en la sangre y así acelerar la curación de los tejidos.“Los pacientes experimentan una mejora en la cicatrización de heridas, reducción de efectos secundarios y complicaciones derivadas del uso de la radioterapia y una mayor tolerancia a los tratamientos, ofreciendo una perspectiva más positiva durante la lucha contra el cáncer”, precisa la doctora.
"Ofreciendo una perspectiva más positiva durante la lucha contra el cáncer”
En este sentido, la medicina hiperbárica es considerada como una terapia farmacológica caracterizada por ofrecer la mayor acción anti-hipóxica.“Hay tumores que son altamente hipóxicos y por tanto más resistentes a los tratamientos con radio y quimioterapia”, agrega la doctora. Se está investigando, apunta la experta, si al administrar oxigeno hiperbárico simultáneamente con los tratamientos radioterápicos o quimioterápicos puede aumentar la destrucción tumoral y por tanto conseguir una mayor curación en determinados tumores.
Como sostiene la médico hiperbarista de Olympia, es una terapia efectiva al combinarse con tratamientos convencionales para el cáncer, siempre de manera previa o posterior a los mismos. “Ayuda a revertir el daño vascular favoreciendo la formación de nuevos vasos y capilares, colágeno y fibroblastos necesarios para la reparación y cicatrización de los tejidos. Estimula el metabolismo óseo favoreciendo la osteogénesis y la formación de osteoblastos”, destaca la doctora Ane escribano.
Pero, además, la medicina hiperbárica tiene otros muchos beneficios para la salud, abordando infinidad de patologías. Ofrece óptimos resultados en el bienestar general y rejuvenecimiento cutáneo, cicatrización de heridas, pie diabético, traumatismos de partes blandas y úlceras crónicas. “Cura infecciones producidas por gérmenes anaerobios como por ejemplo la gangrena, aumenta la producción de colágeno, mejora la curación de fracturas, la textura de la piel o la recuperación del agotamiento”, describe la doctora.
En la actualidad se está investigando los beneficios posibles de esta terapia en la fibromialgia, cefaleas, parálisis faciales, dolor crónico, acúfenos, sordera súbita, secuelas post-Covid, discopatía degenerativa o accidentes cerebrovasculares, entre otros.