Las formas en las que el cambio climático afecta de forma negativa a nuestra salud están cada día más documentadas gracias a la creciente evidencia científica que apunta a que nos encontramos ante uno de los próximos grandes problemas de salud pública. Dentro de la multitud de estudios que abordan esta problemática hoy ponemos el foco en una investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista One Earth, que ha calculado las horas de sueño que perderemos cada año como consecuencia del cambio climático.
Los autores de este trabajo indican que es probable que las personas pierdan, a nivel global, entre 50 y 58 horas anuales de sueño para el año 2099 debido a la crisis climática. Para realizar este cálculo los investigadores emplearon pulseras con acelerómetros internos con capacidad para medir la duración del sueño en más de 47.000 adultos residentes en 68 países. El promedio del seguimiento fue de seis meses.
De acuerdo con las recomendaciones realizadas por la National Sleep Foundation, los adultos deben dormir de siete a nueve horas. La probabilidad de dormir menos de las siete horas recomendadas aumentó, según este análisis, en un 3,5% si la temperatura exterior mínima durante la noche superaba los 25 grados Celsius, en comparación con una temperatura de referencia de entre cinco y 10 grados Celsius.
Cuando los adultos no descansan las horas recomendadas, más allá del cansancio que pueden experimentar, ven afectadas otras capacidades como la concentración. Si esta situación se prolonga en el tiempo los efectos pueden incluir algunos problemas de salud como cardiovasculares o gastrointestinales.
Una sola noche a 30 grados Celsius reduce el tiempo de sueño en aproximadamente un cuarto de hora
Una sola noche a 30 grados Celsius reduce el tiempo de sueño en aproximadamente un cuarto de hora por cada persona expone el autor principal del estudio Kelton Minor, doctor en el Centro de Ciencias de Datos Sociales de la Universidad de Copenhague.
El estudio revela que los adultos mayores perdieron el doble de horas de sueño por grado de calentamiento en comparación con los adultos de mediana edad o los jóvenes. Los autores destacan que la pérdida de sueño fue tres veces más elevada en las personas mayores de las áreas de ingresos más bajos, en comparación con las zonas de ingresos más altos. Las mujeres también se vieron un 25% más afectadas por el aumento de las temperaturas.
Una de las conclusiones que más llaman la atención de esta investigación es el hecho de que el ser humano no es capaz de adaptarse fácilmente a las temperaturas más cálidas. Los investigadores hallaron evidencia que sugiere que las personas que viven en climas más cálidos pierden más horas de sueño por grado en comparación con aquellas que viven en climas más fríos. Afirman que el ser humano cuenta con mayor capacidad adaptativa a los climas más fríos que a aquellos con temperaturas más cálidas.
En base a esto y teniendo en cuenta que el calentamiento global no cesa, Minor pronostica que la pérdida de sueño continuará aumentando a un ritmo cada vez más rápido en las regiones que ya se enfrentan a climas más cálidos.
Para finalizar, la investigación aclara que las personas no parecían recuperar el sueño perdido en una noche de altas temperaturas en las dos semanas posteriores.