Se considera cadena de la vida o de la supervivencia en la parada cardiaca a la sucesión de acciones consecutivas (eslabones) llevadas a cabo por diversos intervinientes (ciudadanos, profesionales de seguridad, profesionales sanitarios extrahospitalarios y hospitalarios) en distintos momentos de la asistencia.
Cada eslabón es parte de un un concepto integral de asistencia que mejora los resultados obtenidos en el proceso de atención a la parada de forma global. El primero es la alerta precoz, sabiendo reconocer una parada y activando cuanto antes a los servicios de emergencia.
Cada eslabón es parte de un un concepto integral de asistencia que mejora los resultados obtenidos en el proceso de atención a la parada de forma global
El segundo es la reanimación cardiorrespiratoria básica por los testigos, para lo que resulta clave esta formación a los ciudadanos que hoy se lleva a cabo, para que sepan responder si sucede ante ellos, al ser cruciales los primeros minutos.
El tercer eslabón es la desfibrilación precoz, que los testigos puedan acceder sin demora a un desfibrilador. El cuarto son los cuidados avanzados por parte de las unidades de Emergencias extrahospitalarias al llegar y, el quinto, los cuidados hospitalarios.
LA ACTIVACIÓN DEL 112, ESENCIAL
En una circustancia de este impacto es esencial la activación inmediata de los servicios de emergencias a través del 112 y el comienzo de maniobras de reanimación cardiopulmonar por parte de los testigos hasta la llegada de los efectivos de Emergencias.
La forma de reconocer una parada es muy sencilla y tan solo precisa de unas nociones básicas, que además en todo momento son guiadas telefónicamente por los médicos y personal de enfermería del Centro Coordinador del 112. También ocurre con las propias maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta el inicio de la RCP avanzada por parte de los profesionales de las unidades móviles asistenciales.
Todas las ambulancias de Soporte Vital Avanzado de los servicios del 112 del operativo diario cuentan con un sistema de compresión torácico mecánico y un cardiocompresor
Todas las ambulancias de Soporte Vital Avanzado de los servicios del 112 del operativo diario cuentan con un sistema de compresión torácico mecánico y un cardiocompresor, que sustituye las compresiones manuales con un ritmo constante, continuo y efectivo.
Ante una parada cardiorrespiratoria basta con utilizar las manos para abrir la vía aérea mediante la denominada maniobra frente-mentón, comprobar si la persona respira y, en caso negativo, comenzar maniobras de reanimación solo con las manos, realizando compresiones en el centro del tórax a un ritmo de 100 por minuto.
Además, también se recuerda que el uso de los desfibriladores externos semiautomáticos mejora sustancialmente las probabilidades de supervivencia. En la Comunidad de Madrid hay instalados un total de 8.350 de estos dispositivos en lugares públicos al margen de los recintos sanitarios.