Una persona eligió su trabajo por vocación, se siente comprometida con él, le premiaban e incluso tenía buena relación con sus compañeros. De repente, ya no. Se encuentra agotada. El estrés le ha desbordado. Se trata del 'burn out' o síndrome del trabajador quemado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido recientemente al 'burnout' de manera oficial en la Clasificación Internacional de Enfermedades, una decisión se ha tomado en base a las conclusiones de los expertos.
El 'burn out' ha sido introducido dentro de la sección 'Problemas asociados' y la OMS lo describe como un "síndrome resultante del estrés crónico del trabajo que no ha sido gestionado con éxito". Los individuos que lo sufren experimentan síntomas como sentimiento de agotamiento, una reducción del rendimiento laboral y sentimientos negativos relacionados con el trabajo.
"El 'burn out' es un paso más allá del estrés laboral. Uno de cada dos o cada tres trabajadores tiene estrés laboral según el colectivo. Una vez una persona tiene estrés es más vulnerable a acabar padecienco el síndrome del trabajador quemado", asegura Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.
La SEAS explica que el estrés genera cansancio, agotamiento físico y psicológico. Esto hace que tú no te puedas concentrar, que comentas más errores y que tengas más problemas de memoria. Y aumenta las probabiblidades de acabar padeciendo problemas físicos de salud como hipertensión, alteraciones digestivas o dermatológicas, y también de salud mental.
"Las emociones están relacionadas con funciones vitales. Cuando tenemos un examen dormimos menos. Estás pendiente de que tienes que estudiar, dar un último repaso, y ese miedo a suspender te genera ansiedad", señala Cano Vindel.
Este catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid advierte de que la desmotivación y la alta carga de trabajo sumados al estrés laboral son factores desencadenantes del síndrome del trabajador quemado.