Con la llegada del verano y el incremento de la exposición solar, aumentan los bulos sobre el correcto uso de la crema protectora. Estos mitos, difundidos en su mayoría a través de las redes sociales, pueden poner en peligro la salud de la piel. Es necesario adoptar hábitos que garanticen una correcta protección contra los daños causados por la radiación ultravioleta (UV).
"La crema solar protege la piel de la exposición al sol mediante la utilización de filtros físicos, químicos u orgánicos que bloquean, reflectan o absorben la radiación ultravioleta. Es esencial para prevenir quemaduras solares, el envejecimiento prematuro de la piel y, más importante aún, el cáncer de piel", explica la Dra. Susanna Nogués, dermatóloga del Centro Médico Sanitas Imperial Tarraco.
Es necesario adoptar hábitos que garanticen una correcta protección contra los daños causados por la radiación ultravioleta
En este sentido, la experta incide en la importancia del uso regular de protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado. Este indicativo hace referencia a la cantidad de tiempo que una determinada crema solar puede proteger la piel de los rayos UV. El número de la crema solar indica cuánto tiempo tardaría en quemarse la piel después de aplicar la crema en comparación con lo que tardaría si no se aplicase producto.
"Por ejemplo, si nuestra piel tarda en quemarse 5 minutos con una crema fotoprotectora de FPS 30, tardaríamos 150 minutos en quemarnos, aunque eso no es del todo así ya que el sudor, el roce y el baño van afectando la cantidad de crema que permanece en nuestra piel. De este modo, la mejor opción siempre va a ser un factor de protección elevado, a ser posible 50, ya que bloquea aproximadamente el 98% de los rayos UV", detalla la Dra. Nogués.
La experta incide en la importancia del uso regular de protector solar con un factor de protección solar adecuado
Ante esta situación, los expertos de Sanitas han elaborado un listado con algunos de los principales bulos que existen alrededor de la crema solar:
• El 'callo solar': Es una práctica popularizada en redes sociales que incita a exponerse al sol sin protección para aumentar la tolerancia de la piel y conseguir el denominado ‘callo solar’, que permitiría un hipotético ‘bronceado saludable’ sin quemaduras. "Cuanto mayor es la exposición al sol, mayor la quemadura. La piel tiene memoria y cada quemadura multiplica el riesgo de sufrir un cáncer de piel en el futuro. Además, es causante del fotoenvejecimiento prematuro de la piel. Solo tenemos que fijarnos en la diferencia entre zonas expuestas y zonas no expuestas cuando somos adultos y llevamos muchos años de exposición solar crónica", señala la doctora
• 'La crema solar impide la síntesis de vitamina D': Existen varias publicaciones científicas, como un estudio publicado en el British Journal of Dermatology, que desmienten esta idea. En este sentido, el uso de protector solar no afecta significativamente los niveles de vitamina D en el organismo, ya que la cantidad de radiación UV necesaria para sintetizar esta vitamina es mínima y se puede obtener a través de una exposición solar breve y controlada.
• 'Cocinar el protector solar': No existen evidencias científicas que avalen la efectividad de los protectores solares naturales o caseros. Los comercializados en farmacias y otras tiendas autorizadas pasan por rigurosos controles de calidad y efectividad antes de ser aprobados para su venta. "Utilizar alternativas no probadas puede dejar la piel vulnerable y expuesta a los efectos nocivos de la radiación UV, ya que no se puede conocer qué capacidad de fotoprotección tiene el producto elaborado. Podremos sufrir una quemadura y efectos indeseados como reacciones de intolerancia o alergia por las alguna de las sustancias utilizadas", advierte la especialista.
No existen evidencias científicas que avalen la efectividad de los protectores solares naturales o caseros
• 'La fotoprotección solar oral es igual de efectiva que la crema': La Dra. Nogués asegura que este tipo de protección es siempre complementaria a la tópica, pero no la puede sustituir nunca. "Como máximo, con un fotoprotector oral podríamos conseguir un FPS 4 en nuestra piel, por tanto, si nos tomamos una pastilla y no usamos protector solar tópico nos vamos a quemar", apunta.
• ¿Afecta la luz azul de las pantallas a nuestra piel?: La dermatóloga indica que puede producir hiperpigmentación, especialmente en pieles más oscuras (fototipos más elevados). "Hay unos receptores en nuestra piel que pueden absorber este tipo de radiación y dar lugar a la producción de radicales libres que contribuyen al fotoenvejecimiento. Por lo tanto, sería necesaria una buena rutina despigmentante y fotoprotectora durante todo el año como medida de prevención del cáncer de piel, hiperpigmentaciones y fotoenvejecimiento prematuro".
• 'Usar protector solar solo es necesario en la playa o en días soleados': Los rayos UV dañan la piel incluso en días nublados, ya que los rayos UVA no son detenidos por las nubes. Es recomendable aplicar protector solar diariamente en todas las áreas expuestas independientemente del clima o la ubicación para evitar posibles riesgos.
Para asegurar una protección efectiva contra los daños del sol, los expertos de Sanitas recomiendan:
- Aplicar el protector solar 15-30 minutos antes de la exposición al sol para permitir que se absorba adecuadamente.
- Usar la cantidad correcta: aproximadamente 2 miligramos por centímetro cuadrado de piel, lo que equivale a una cucharada para la cara y una taza pequeña para el cuerpo.
- Utilizar protector solar resistente al agua (‘water proof’/ ‘water resist’, dependiendo del tiempo que vamos a estar en el agua) si se va a nadar o realizar actividades físicas intensas.
- Reaplicar cada dos horas y después de nadar, sudar o secarse con la toalla.
- No olvidar zonas vulnerables y pequeñas, como orejas, cuello, dorso de las manos y pies.
Los rayos UV dañan la piel incluso en días nublados, ya que no son detenidos por las nubes
Por último, la Dra. Nogués también recalca la importancia de la fotoprotección en la infancia, ya que la piel de los bebés y niños es mucho más vulnerable a los efectos nocivos de las radiaciones solares. "El motivo es que su capa córnea, la capa más externa de la piel, es más delgada y presentan un mayor número de células madre en la capa basal. Esto hace que una quemadura en las edades más tempranas tenga mayores consecuencias en el futuro, aumentando el riesgo de padecer un cáncer de piel en la edad adulta", concluye.