La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado del rápido incremento de brotes de enfermedades prevenibles por vacunación en África. De acuerdo con los últimos datos hechos públicos por la agencia de salud de la ONU, se han registrado casi 17.500 casos de sarampión en el continente africano entre los meses de enero y marzo de 2022. Cifra que supone un aumento del 400% en comparación con el mismo periodo de 2021. En total, 20 países africanos han comunicado brotes de sarampión en el primer trimestre del presente año, lo que supone ocho naciones más que durante los tres primeros meses de 2021.
La situación en el continente se torna aún más preocupante si tenemos en cuenta que también se han vuelto más comunes los brotes de otras enfermedades prevenibles por vacunación. Un total de 24 países han confirmado brotes de una de las variantes de la poliomielitis en 2021 (cuatro más que en 2020). Además, el pasado año hasta 13 naciones africanas comunicaron nuevos brotes de fiebre amarilla, en comparación con los nueve que lo hicieron en 2020 y de los tres que los informaron en 2019.
La fotografía que actualmente observamos en África es el resultado de varios factores. El primero de ellos es la desigualdad en el acceso a las vacunas frente a estas enfermedades. Hecho que ha quedado constatado ante la falta de equidad en el acceso a las vacunas contra la Covid-19. Motivo por el que el continente africano reporta las tasas de cobertura vacunal frente al SARS-CoV-2 del mundo. Ahora no solo tienen que continuar combatiendo esta pandemia, sino que se enfrentan a brotes de otras enfermedades como las referidas.
El segundo de los factores que debemos tener en cuenta deriva directamente de la pandemia. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19, especialmente en los primeros meses, ha provocado la interrupción de la ayuda humanitaria y de los programas de inmunización de rutina que, en un porcentaje importante, dependen del exterior en muchos de los países. Se suma el hecho de que los sistemas sanitarios africanos, la gran mayoría debilitados ya antes de la Covid-19, tienen que hacer frente ahora a una enorme presión sobre sus ya mermadas capacidades.
“El aumento de brotes de otras enfermedades prevenibles por vacunación es una señal de advertencia. Mientras África trabaja arduamente para vencer al Covid-19, no debemos olvidar otras amenazas para la salud. Los sistemas de salud podrían verse gravemente afectados no solo por la Covid-19, sino también por otras enfermedades”, ha declarado la doctora Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África. “Las vacunas están en el centro de una respuesta exitosa de salud pública y, a medida que los países restablecen los servicios, la inmunización de rutina debe ser el núcleo de los sistemas de salud revividos y resilientes”.
“El aumento de brotes de otras enfermedades prevenibles por vacunación es una señal de advertencia. Mientras África trabaja arduamente para vencer al Covid-19, no debemos olvidar otras amenazas para la salud. Los sistemas de salud podrían verse gravemente afectados no solo por la Covid-19, sino también por otras enfermedades”
Es importante señalar que dos dosis de la vacuna contra el sarampión administradas a tiempo proporcionan una protección duradera contra esta enfermedad potencialmente mortal. La OMS espera que los países no solo alcancen, sino que también mantengan, una cobertura de vacunación contra el sarampión del 95% con dos dosis para lograr su eliminación.
En 2019 tan solo seis países del continente alcanzaron una cobertura del 95% con la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, y solo tres lo hicieron en 2020, según las estimaciones de la OMS y UNICEF.
Tanto la OMS como sus socios están apoyando a los países africanos para ampliar de forma urgente la cobertura y proteger a los niños. De este modo se están llevando a cabo campañas de vacunación de rutina de recuperación. Más del 90% de los 38 países que respondieron a una encuesta mundial respondieron que implementaron al menos una vacunación de rutina.
Cabe destacar que algunas naciones africanas han logrado integrar con éxito otras campañas de inmunización críticas junto con la inmunización frente a la Covid-19. Ghana integró la vacunación contra la Covid-19 con campañas de inmunización frente a la fiebre amarilla en diciembre de 2021, con el objetivo de poner fin a un brote que estalló un mes antes.
Nigeria ha puesto en marcha recientemente una estrategia de ampliación de vacunas que guía la integración de la inmunización de rutina con la vacunación contra la Covid-19 para las madres y sus bebés. Las campañas de vacunación masiva también están impulsando la adopción de la vacuna contra la Covid-19. Entre enero y abril, el porcentaje de africanos completamente vacunados contra el virus aumentó del 11,1 al 17,1%.
Es cierto que las campañas de vacunación masiva se erigen como el mecanismo más rápido a la hora de inocular un gran volumen de dosis. Pero la OMS se ha comprometido a ayudar a los países a fortalecer sus servicios de Atención Primaria esenciales para administrar las vacunas contra la Covid-19.
“La inmunización de rutina, una práctica establecida desde hace mucho tiempo en muchos países africanos, se ha visto gravemente afectada por el impacto de la Covid-19. A raíz de esta pandemia, nos comprometemos a ayudar a los países a idear enfoques inteligentes para ampliar tanto la vacunación contra la Covid-19 como restaurar y ampliar los servicios de inmunización de rutina”, ha expresado el doctor Benido Impouma, director del Grupo de Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la Oficina Regional de la OMS para África.