El Principado de Asturias ha lanzado la campaña "Dormir Sin Pastillas" con el objetivo de informar y reducir el consumo de benzodiazepinas, especialmente en pacientes que las utilizan como tratamiento para el insomnio, que se centra en la concienciación sobre los efectos secundarios y en la promoción de alternativas más seguras. “Queremos informar a pacientes, profesionales y ciudadanía en general sobre los riesgos de estos fármacos y reducir su uso cuando sólo están indicados para el insomnio”, afirma Sara González, médico de familia y responsable de evaluación de tecnologías sanitarias del Servicio de Salud del Principado de Asturias, en una entrevista concedida a ConSalud.es.
La principal motivación de esta iniciativa, detalla González, radica en que "Asturias tiene uno de los mayores porcentajes de consumo de benzodiazepinas a nivel nacional e incluso europeo". Aunque estos fármacos pueden indicarse para diversas patologías, en el caso del insomnio deben ser prescritos sólo durante un periodo de cuatro a ocho semanas, según las recomendaciones oficiales. La experta recalca que “se trata de una medicación que no cura el insomnio y cuya eficacia se limita a momentos puntuales. Sin embargo, su uso crónico puede causar efectos adversos importantes”, añade.
La campaña se basa en estrategias que incluyen la información directa a los profesionales sanitarios y el apoyo a los pacientes para abandonar el consumo de benzodiazepinas de forma progresiva. Para los profesionales, se han organizado jornadas y talleres, así como un algoritmo de prescripción consensuada con los pacientes. “Las recomendaciones ‘no hacer’ del Ministerio de Sanidad existen desde 2013, y aunque se sabe que muchas prácticas no son seguras o eficaces, siguen formando parte de la práctica clínica de los profesionales”, explica González.
"Es fundamental que el paciente entienda que esta medicación genera dependencia y tolerancia y es necesario un descenso gradual para evitar síntomas de abstinencia"
La información también ha sido dirigida a las oficinas de farmacia, para que los farmacéuticos refuercen el mensaje. En cuanto a los pacientes, la estrategia incluye el envío de una carta personalizada, que explica los riesgos de esta medicación y fomenta la reducción de la dosis con el apoyo del médico. "Es fundamental que el paciente entienda que esta medicación no cura y que genera dependencia y tolerancia, lo cual hace necesario un descenso gradual para evitar síntomas de abstinencia", advierte González.
La doctora González enfatiza la necesidad de abordar las causas subyacentes del insomnio antes de recurrir a la medicación. “Muchas veces, los problemas de insomnio están relacionados con la vida cotidiana, como el estrés laboral o problemas de salud, y tomar una pastilla no soluciona el problema de fondo”, señala. En su lugar, recomienda técnicas de higiene del sueño, como reducir el tiempo frente a las pantallas, cuyo uso antes de dormir interfiere con la producción natural de melatonina, lo cual afecta el ciclo de sueño-vigilia.
Además, la campaña promueve la reflexión en los profesionales sobre la necesidad de diagnosticar el origen del insomnio antes de optar por los tratamientos farmacológicos. “Primero habría que evaluar si hay algún medicamento que el paciente esté tomando que le provoque insomnio. Luego, es importante ver los hábitos higiénicos y dietéticos que sigue el paciente respecto al sueño, y educar sobre cómo ciertos comportamientos afectan el descanso”, añade.
EFECTOS ADVERSOS DE LAS BENZODIAZEPINAS
El uso prolongado de benzodiazepinas está relacionado con múltiples efectos secundarios, especialmente en personas mayores, que son quienes más consumen estos fármacos. "Afectan la percepción cognitiva y disminuyen los reflejos, lo cual incrementa el riesgo de caídas, fracturas y accidentes de tráfico", menciona González. Estos fármacos también pueden provocar pérdida de memoria, dificultades de concentración e incluso demencia. Además, la interacción con otros medicamentos o con el alcohol amplifica estos riesgos, señala.
"Nuestro objetivo es reducir la dosis de estos fármacos en los pacientes crónicos e, idealmente, lograr una retirada progresiva con el apoyo del profesional de salud”
La campaña prevé un impacto positivo sobre la salud de los asturianos, reduciendo tanto el consumo como la dependencia de benzodiazepinas. Según explica González, “la población candidata en Asturias a esta intervención es de casi 14.000 pacientes. Nuestro objetivo es reducir la dosis de estos fármacos en los pacientes crónicos, e idealmente, lograr una retirada progresiva con el apoyo del profesional de salud”. En otros lugares como el País Vasco y Andalucía, donde se han implementado campañas similares, se ha logrado una disminución del 22% de retirada de la medicación y un 18% de disminución de dosis, resultados que Asturias espera igualar o mejorar.
Para medir el éxito de la campaña, se realizará un análisis de las recetas emitidas en un año y se compararán los resultados. “Es importante recordar que esta medicación tiene sus indicaciones, pero los efectos adversos la hacen inadecuada para el tratamiento crónico del insomnio. Esperamos que esta campaña ayude a informar mejor tanto a los profesionales como a la población, para que puedan tomar decisiones de salud más seguras y conscientes”, concluye González.