La evidencia científica indica que la vacunación frente a la gripe se erige como una medida efectiva a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares, tanto en las personas que ya padecen una como en aquellas sin patologías previas de estas características. El motivo reside en que las infecciones respiratorias virales, entre las que se incluyen el virus de la influenza, aumentan el riesgo de neumonía y enfermedades sistémicas que pueden acabar precipitando eventos cardiovasculares fatales.
Por supuesto, la enfermedad cardiovascular subyacente, también se presenta como un factor de riesgo en caso de infección por influenza, pudiendo derivar en complicaciones cardiovasculares posteriores y mortalidad por enfermedades respiratorias. Pero, ¿hasta qué punto la vacunación frente a la gripe puede reducir el riesgo cardiovascular?
La respuesta la encontramos en un reciente estudio publicado en JAMA Network basado en un meta-análisis de seis ensayos clínicos aleatorios que han incluido 9.001 adultos asignados al azar vacunados contra la influenza frente a un grupo al que se le administró placebo.
“Es importante evaluar las nuevas plataformas de vacunas contra la influenza por su potencial impacto en los resultados cardiovasculares. Hasta ese momento, instamos a los profesionales médicos a que continúen asesorando a sus pacientes sobre los beneficios cardiovasculares de la vacunación”
El 3,6% de los pacientes vacunados desarrollaron un evento cardiovascular adverso mayor dentro de los 12 primeros meses desde la vacunación, en comparación con el 5,4% a los que se les inoculó el placebo. Una diferencia significativa del 1,8% que se traduce en se puede prevenir un evento de estas características por cada 56 personas vacunada.
Cabe señalar que 76 de los 4.510 pacientes que recibieron la vacuna antigripal (1,7%) fallecieron por causas cardiovasculares, frente a los 111 de los 4.491 pacientes (2,5%) que recibieron placebo. Sin embargo, en un análisis de subgrupos de pacientes con síndrome coronario agudo reciente (3.313 pacientes de los que el 2,6% fue vacunado) y pacientes estables ambulatorios (5.688, 1,1% vacunado), se halló una interacción significativa con el tratamiento.
“En este estudio, recibir la vacuna contra la influenza se asoció con un riesgo 34% veces menor de eventos cardiovasculares adversos mayores, y las personas con síndrome coronario agudo reciente tuvieron un 45% menos de riesgo”, exponen las conclusiones de este trabajo. “Dado que la influenza representa una amenaza para la salud de la población es fundamental asesorar a los pacientes de alto riesgo sobre los beneficios cardiovasculares de la vacunación contra la influenza”, añaden.
“Es importante evaluar las nuevas plataformas de vacunas contra la influenza por su potencial impacto en los resultados cardiovasculares. Hasta ese momento, instamos a los profesionales médicos a que continúen asesorando a sus pacientes sobre los beneficios cardiovasculares de la vacunación”, concluyen los autores enfatizando en la necesidad de desarrollar mayores estudios en esta misma línea.