El “Informe Europeo de Obesidad de la Organización Mundial de la Salud 2022” el sobrepeso y la obesidad afectan a casi el 60% de los adultos y a casi uno de cada tres niños (29% de los niños y 27% de las niñas). La prevalencia del sobrepeso y la obesidad entre los jóvenes se ha cuadruplicado a nivel global entre los años 1975 y 2016, pasando del cuatro al 18%.
En los últimos años los gobiernos han comenzado a tomar conciencia del verdadero problema de salud pública al que se enfrentan y los costes que supone, por lo que es necesario identificar estrategias y políticas efectivas que permitan atenuar estas consecuencias adversas que no solo se manifiestan desde el punto de vista físico.
El sobrepeso y la obesidad pediátricos tienen importantes implicaciones en el desarrollo de una buena salud cognitiva y cerebral. Estas consecuencias adversas podrían atenuarse potencialmente con ejercicio físico. ¿Puede una intervención basada en ejercicios aeróbicos más entrenamientos de resistencias mejorar los resultados cognitivos y de salud cerebral en niños con sobrepeso y obesidad?
“Este estudio sugiere que el ejercicio puede afectar positivamente a la inteligencia y a la flexibilidad cognitiva durante un periodo sensible del desarrollo cerebral en la infancia, y, en menor medida, el rendimiento académico, lo que indica que un estilo de vida activo antes de la pubertad pueden conducir a trayectorias de vida más exitosas”
Esta es la cuestión de la que parte una investigación cuyos resultados han sido publicados en JAMA Network. Se trata de un ensayo clínico aleatorizado de 109 participantes con edades comprendidas entre los ocho y los 11 años. Los datos se recopilaron entre el 21 de noviembre de 2014 y el 30 de junio de 2016, mediante un procedimiento de neuroimagen. El análisis de los datos se realizó entre el 1 de junio de 2017 y el 20 de diciembre de 2021. Del total de niños participantes el 82,6% (90) completaron la evaluación posterior al ejercicio y al 70% o más de las sesiones de ejercicio recomendadas.
El índice de masa corporal medio de los participantes era de 26,3 con una edad media del total de los participantes de 10 años al inicio del estudio. Aunque la mayoría de estudios anteriores se han centrado en resultados conductuales, este trabajo ha demostrado que el ejercicio mejoró de forma significativa la flexibilidad cognitiva entre niños preadolescentes con sobrepeso y obesidad.
Los autores de este trabajo destacan además otro beneficio identificado: el impacto positivo del ejercicio físico en el rendimiento académico. No se ha observado ningún efecto significativo sobre la memoria o los resultados cerebrales y/o funcionales estudiados.
Estos hallazgos respaldan que la inteligencia y la flexibilidad cognitiva mejoraron después de 20 semanas de ejercicio de intensidad relativamente alta durante más de una hora tres veces por semana y durante un periodo especialmente sensible para el desarrollo del cerebro.
“Este estudio sugiere que el ejercicio puede afectar positivamente a la inteligencia y a la flexibilidad cognitiva durante un periodo sensible del desarrollo cerebral en la infancia, y, en menor medida, el rendimiento académico, lo que indica que un estilo de vida activo antes de la pubertad pueden conducir a trayectorias de vida más exitosas”, concluyen los autores del estudio.