Poder relatar al médico que te atiende lo que te sucede, y escuchar de él explicaciones, consejos o instrucciones, es vital para la eficacia del tratamiento y también para la propia tranquilidad del paciente. Sin embargo, cuando se trata de una persona con discapacidad auditiva, en ocasiones, la comunicación se hace imposible. “Como persona sorda usuaria de signos, verme obligada a comunicarme con mi médico de forma oral, leyendo los labios, por escrito o a través de amigos y familiares, me hace sentirme indefenso. De ahí que situaciones como estas deban denunciarse”, cuenta Roberto Suárez, presidente de la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) a Consalud.es.
La realidad es que las dificultades no se limitan únicamente a la atención médica. También están presentes en la gestión sociosanitaria. Solicitar una cita médica se ha convertido en una “tarea imposible”, ya que muchos de estos servicios funcionan a través de llamadas telefónicas. “Se trata de una situación claramente discriminatoria para nuestro colectivo que nos obliga a tener que recurrir de forma innecesaria a la ayuda de amigos o familiares oyentes. Y digo, innecesaria porque existen soluciones eficaces para garantizar la accesibilidad de los servicios públicos de atención, como es el caso del servicio de videointerpretación para personas sordas”.
Aun así, lo que más les suele preocupar a estas personas es la interacción con el médico sanitario. De hecho, según revela la ‘Encuesta sobre Salud Integral y Mujeres Sordas’, publicada por la CNSE el pasado mes de junio, más del 20% de las personas que fueron consultadas confesaron sentirse nerviosas y angustiadas ante este tipo de situaciones por miedo a no poder comunicarse con las y los profesionales de la salud.
"Las personas sordas queremos ser atendidas en igualdad de condiciones que el resto, lo que supone conectar en todo momento con intérpretes de lengua de signos y mediadores en centros de Atención Primaria y Hospitales"
Asimismo, para el presidente de CNE, “nada justifica que nuestra salud o la de cualquier ser querido se vean comprometidas por falta de accesibilidad. Como tampoco que se prive a una paciente sorda o a un paciente sordo de intérpretes de lengua de signos o cualquier otro recurso que les permita hacerse entender. El acceso a la información, a la comunicación y a la atención sanitaria sea o no presencial debe dejar de ser un privilegio o una cuestión de mayorías. De hecho, así lo establece la ley”.
“Las personas sordas queremos ser atendidas en igualdad de condiciones que el resto, lo que supone conectar en todo momento con intérpretes de lengua de signos y mediadores en centros de Atención Primaria y hospitales. Estamos cansados de que se nos excluya del ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho a la salud. Es más, una de las cuestiones que más preocupa a la CNSE es que, al no poder acceder en condiciones de igualdad a la atención sanitaria, se ponga en peligro la salud de los pacientes sordos, su vida, o la de un ser querido a su cargo”, denuncia Roberto.
Es más, según la encuesta ya citada, un 15% de las pacientes entrevistadas mostró su determinación de no acudir al médico alegando, como razón principal, la dificultad que encuentran en la comunicación con su doctor o su doctora. Además, un 6% declaró que firma los textos escritos y consentimientos informados que les entregan sin estar seguras de lo que pone, ya sea por no contar con intérpretes o porque no se permite a estos entrar en la consulta. Datos alarmantes que evidencian que "el cuidado de nuestra salud se encuentra seriamente comprometido por el hecho de ser personas sordas".
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS, ¿UN PROBLEMA O UNA SOLUCIÓN?
La principal dificultad que encuentran los pacientes sordos es la falta de accesibilidad a la información. Además, “entre los escollos a los que nos enfrentamos en materia sanitaria, están la falta de protocolos de accesibilidad en los servicios médicos y administrativos, la ausencia de lengua de signos y subtitulado en las campañas informativas y de prevención de la salud, y el desconocimiento de las y los profesionales de este ámbito acerca de la comunidad sorda y su diversidad. A ellos cabe sumar una disparidad de funcionamiento entre las distintas comunidades autónomas que, a la larga, terminamos pagando las propias personas sordas”.
"El cuidado de nuestra salud se encuentra seriamente comprometido por el hecho de ser personas sordas"
Por eso, es necesario contar con un servicio informático con tal de que se utilice como teleinterpretación. Pero no todos los hospitales españoles cuentan con esto. En la Comunidad de Madrid, los hospitales públicos cuentan con este servicio. Para usarlo, el profesional sanitario tendrá que contactar con el Servicio de Información y Atención al Paciente para solicitar un tablet. El sanitario únicamente tendrá que registrar su solicitud y devolverlos después de utilizarlo, dejando constancia en la base de datos del sistema.
Se trata de SVIsual, un sistema que posibilita acceder a la información, a la comunicación y a una atención adaptada a las necesidades de los pacientes sordos. De esta forma, desde la asociación instan al Ejecutivo y a los gobiernos autonómicos “a implementar el servicio de videointerpretación SVIsual que ofrece interpretación a distancia para toda España las 24 horas del día para dar cobertura a las necesidades de las personas sordas”.
Aun así, y pese que existen otras formas de comunicarse, como las aplicaciones que traducen de voz a lengua escrita y viceversa, “posiblemente no sean la solución más idónea. Recordemos que la población sorda es muy heterogénea, y como tal, el nivel de lectoescritura varía en función de cada persona sorda, al igual su poder adquisitivo para invertir en determinados dispositivos tecnológicos, o incluso su destreza para utilizarlos”, termina diciendo el presidente.