Con el fin de las clases y las vacaciones, se crea un entorno propicio para que niños y adolescentes disfruten con sus familias de entornos acuáticos, viajes y diferentes planes. Sin embargo, es importante recalcar que el cambio de hábitos puede acarrear riesgos para la salud. Por ello, desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), recomiendan a las familias evitar conductas de riesgo.
Para reconocerlas y no incurrir en ellas, desde la AEPap las han etiquetado con una ‘bandera roja’. “Llevamos muchos años haciendo recomendaciones sobre la protección solar, la seguridad en el entorno acuático, los accidentes de tráfico o la alimentación sana en verano. Hay muchos buenos consejos que seguir, como los que se pueden encontrar en Familia y Salud, la web de divulgación de AEPap. Pero este año hemos preferido centrarnos en evitar los riesgos e identificar situaciones peligrosas” explica la Dra. Teresa Cenarro, vicepresidenta de AEPap.
El verano puede resumirse en pocas palabras: viajes por carretera. Es importante recordar que llevar a los menores en los vehículos sin los sistemas de retención adecuados es una ‘bandera roja’. Por ello, AEPap señala que todos los niños con una estatura inferior a 1,35 deben viajar en los asientos traseros del coche, en un asiento homologado para su peso y talla. Cuando los menores viajan de este modo, se reducen en un 75% las muertes y en un 90% las lesiones en caso de accidente.
Dra. Cenarro: "Los niños deben aprender a nadar cuanto antes por seguridad, pero siempre necesitan vigilancia"
Por otro lado, en entornos acuáticos, dejar a los pequeños sin vigilancia en playas, piscinas o parques acuáticos es otra ‘bandera roja’. “Los niños deben aprender a nadar cuanto antes por seguridad, pero siempre necesitan vigilancia. La mayoría de las familias son muy conscientes de esto, pero nos deben poner en alerta conductas como dejar a niños pequeños bajo la supuesta vigilancia de otros niños más mayores, o relajar la vigilancia cuando el agua ‘no cubre’. Un buen truco es el del brazo: los niños más pequeños no deben separarse a una distancia superior a la de un brazo del adulto que los acompañe en el agua”, apunta la Dra. Cenarro.
La asfixia por inmersión o ahogamiento es causa frecuente de mortalidad en la población infanto-juvenil en verano. La Dra. Carmen Fidalgo, secretaria de la Junta Directiva de AEPap, apunta que durante las olas de calor y las horas centrales del día es muy recomendable utilizar gorros, beber agua y consumir comidas ligeras.
En verano, nunca se debe olvidar la protección solar. Hacer actividades al aire libre sin ella es la tercera ‘bandera roja’ de la AEPap. Tal y como está recogido en Familia y Salud, la protección solar con factor alto, es aconsejable en todas las edades, pero mucho más en menores de 18 años. “Es necesario no dejar de dar crema protectora de factor alto para exposiciones al sol, aplicar con la cantidad y frecuencia suficiente y asegurarse de la caducidad y calidad de los productos que se utilizan”, asegura la Dra. Cenarro.
Debido a que aumenta el tiempo de ocio, en muchas ocasiones aumenta también el tiempo destinado a las pantallas, pero esto es otra importante ‘bandera roja’. Los meses de verano son el periodo vacacional más extenso del año para los niños, por lo que hay demasiado tiempo libre que es necesario cubrir. Las pantallas suelen ocupar parte del tiempo como distracción y entretenimiento.
Dra. Cenarro: “Es necesario no dejar de dar crema protectora de factor alto para exposiciones al sol, aplicar con la cantidad y frecuencia suficiente y asegurarse de la caducidad y calidad de los productos que se utilizan”
“Es importante evitar que las pantallas sean el mayor entretenimiento del verano”, expresa la vicepresidenta de AEPap. Desde la Asociación se recomienda sustituir el tiempo de exposición a las pantallas por lectura, en voz alta en caso de los más pequeños, para favorecer el desarrollo cognitivo. También es importante evitar el acceso a contenido no apropiado por parte de menores. Del mismo modo, recuerdan que un uso continuado de las pantallas favorece la aparición de problemas visuales o síntomas como ojos secos, fatiga ocular, enrojecimiento, ojos llorosos, visión borrosa o doble, que puede derivar en otros problemas como dolor de cabeza, dolor cervical, dolor de espalda, entre otros.
Por último, descuidar la alimentación sana en verano es otra ‘bandera roja’. Los pediatras de Atención Primaria son conscientes de que un periodo prolongado de relajación y descanso puede dar lugar a un descuido de la alimentación. Esto, a su vez, puede favorecer el sobrepeso y conductas de riesgo para la salud. Por ello, recuerdan que las vacaciones son el momento idóneo para que los menores colaboren en la cocina con sus padres y se les inculque el consumo de frutas y verduras de temporada.
“Es tiempo de helados, pero, sobre todo, es tiempo de compartir compras, tareas en la cocina y alimentos saludables”, señala la Dra. Cenarro. Para evitar estos descuidos en la alimentación, también es muy importante fomentar la actividad física y es una buena época para jugar al aire libre y establecer relaciones sociales entre la población infantil.