La edad y el envejecimiento pueden provocar una pérdida progresiva de la capacidad para el enfoque y visión borrosa, una condición conocida como presbicia. Con el objetivo de desarrollar nuevas soluciones para su tratamiento, un equipo de investigadores se encuentra desarrollando el proyecto EUROPEAN YOUNG EYE (EYE), en el que participan investigadores de la Facultad de Óptica y Optometría de la UCM.
Los ojos cuentan con un mecanismo que les permite enfocar a diferentes distancias. Sin embargo, el envejecimiento desencadena cambios en las estructuras oculares responsables de estos mecanismos, provocando una disminución de la capacidad de enfocar. Así, la capacidad para el enfoque cercano se va perdiendo progresivamente, derivando en una visión borrosa en distancias intermedias y próximas.
La presbicia comienza a manifestarse en torno a los 40 años, afecta al 100% de la población a los 50 años, y tiene un impacto negativo no solo a nivel de su función visual, sino también en su calidad de vida. Esta condición cuenta con avances en las soluciones terapéuticas, pero sigue afectando negativamente a la calidad de vida de los pacientes. Además, todas las alternativas de corrección presentan sus propias limitaciones o inconvenientes.
Generalmente, la presbicia se puede corregir con gafas o lentes de contacto. Para determinados casos se puede valorar la realización de cirugía con implante de lentes intraoculares, que corrige esta situación y optimiza la visión del paciente.
David Madrid: “Entre las innovaciones que representa el proyecto, estamos trabajando en nuevas lentes de contacto con nuevos materiales, que tienen como objetivo mejorar la comodidad de la lente durante el porte"
Ahora, un equipo liderado por David Madrid, investigador de la Facultad de Óptica y Optometría de la UCM, se encuentra en la actualidad desarrollando la mitad del proyecto EUROPEAN YOUNG EYE (EYE). La iniciativa cuenta con la participación de la red de ópticas Alain Afflelou y de la empresa de lentes de contacto personalizadas Mark’ennovy, y está financiada por el programa de Investigación e Innovaciónde la Unión Europea Horizonte 2020 (grant agreement Nº 956274).
“Entre las innovaciones que representa el proyecto, estamos trabajando en nuevas lentes de contacto con nuevos materiales, que tienen como objetivo mejorar la comodidad de la lente durante el porte, ya que con la edad suceden cambios fisiológicos en la superficie ocular que puede condicionar el éxito de la adaptación de la lente de contacto”, explica el investigador de la UCM.
Además, están trabajando en nuevos diseños ópticos, que permitirán optimizar la visión de lejos y cerca, y en herramientas tecnológicas que permitan monitorizar al paciente durante el porte de la lente. De este modo se podrá analizar, más allá de la consulta, qué condiciones ambientales pueden afectar al rendimiento de la lente de contacto.