Tal y como se había avanzado desde el Gobierno de Australia hace algunas semanas, el primer ministro, Anthony Albanese, ha pedido perdón a las miles de víctimas afectadas por talidomida. Un dramático episodio sucedido en numerosos países que fue protagonizado por un fármaco ampliamente prescrito a embarazadas hace más de 60 años y causante de malformaciones fetales. El responsable del Ejecutivo australiano lo ha calificado como una "tragedia" para el país.
"Hoy, en nombre del pueblo de Australia, nuestro Gobierno y este Parlamento les ofrece una disculpa sin reservas y tardía a todos los supervivientes y a sus familias, sus seres queridos y sus cuidadores. Esta disculpa hace referencia a uno de los capítulos más oscuros de la historia médica de Australia", ha aseverado Albanese ante algunos de los afectados, que han acudido al Parlamento. Albanese ha explicado así que cuando se recetó el medicamento el país "carecía de un sistema apropiado para evaluar la seguridad del mismo" y ha admitido que "la terrible crueldad de la talidomida hizo que tan solo una dosis fuera suficiente para provocar daños devastadores".
"Las víctimas han demostrado una y otra vez su extraordinaria determinación y su fuerza. Sin embargo, durante mucho tiempo, los parlamentos y los gobiernos de este país no han demostrado estar a la altura"
"Las víctimas han demostrado una y otra vez su extraordinaria determinación y su fuerza. Sin embargo, durante mucho tiempo, los parlamentos y los gobiernos de este país no han demostrado estar a la altura o no ser dignos de ello. Con demasiada frecuencia les hemos decepcionado", ha manifestado antes de hacer un llamamiento a mantener un minuto de silencia para "honrar a todos aquellos a los que esta tragedia nos arrebató demasiado pronto". Los afectados, que han aplaudido la disculpa aunque han incidido en que "llega tarde", han señalado que el medicamento provoca malformaciones, pero también problemas cardiacos o pulmonares, entre otros.
El medicamento, utilizado para reducir las náuseas matutinas durante los primeros meses de embarazo, se comercializaba bajo los nombres de Contergan y Distaval y estuvo disponible en 46 países. Se estima que la cifra de víctimas podría ascender a las 20.000 a nivel global. La disculpa llega tras una recomendación realizada por el Senado australiano en 2019 a raíz de una pesquisa y tras años de presión ejercida por víctimas y familiares, que exigían un reconocimiento. Está previsto que el Gobierno inaugure este jueves un monumento en su recuerdo en Canberra, la capital.