Australia es pionera en la vacunación contra el virus del papiloma humano. En 2007 decidió ser uno de los primeros países del mundo en vacunar a las niñas contra esta patología y más de 10 años después puede presumir de ser también uno de los primeros que conseguirá erradicar la enfermedad en su territorio gracias a una política de prevención que comenzó en el año 1991.
El país australiana ha conseguido reducir considerablemente en número de enfermos, de tal forma que en la actualidad solo hay 7 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que se reducirá mucho más en los próximos años. Los expertos estiman que de cara a 2022 tan solo haya 6 casos por cada 100.000 habitantes. Si se consigue este objetivo, el virus del papiloma pasaría a estar considerado como una enfermedad rara. Si continúa la buena progresión de los últimos años, en 2035 Australia dará por erradicado el virus del papiloma humano.
Australia es pionera en la lucha contra el virus del papiloma humano
El éxito que están teniendo las campañas contra esta patología en Australia se debe en gran medida a un cambio en el modelo de prevención. Mientras que hasta finales del año 2017 las mujeres australianas de entre 20 y 69 años se hacían una citología cada dos años, ahora, se ha dejado paso a un nuevo modelo: las mujeres de entre 25 y 69 años se someten a un análisis del virus del papiloma humano cada cinco años, mientras las que ya tienen entre 70 y 74 se hacen un último análisis.
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
El mayor responsable del cáncer de cuello de útero es, sin duda, el virus del papiloma humano. Aunque se conoce con su nombre en singular, este virus engloba a más de un centenar de tipos distintos de VPH, aunque no todos son peligrosos. De hecho, muchas mujeres se infectan con algún tipo de VPH a lo largo de su vida sin saberlo y sin generar ningún síntoma de enfermedad.
Este tipo de cáncer es el segundo en frecuencia, tras el de mama, y es la tercera causa de muerte después del de pulmón y del de mama. Solo en España se diagnostican 2.511 casos cada año, que ocasionan la muerte de 848 mujeres. Está íntimamente relacionado con el virus de papiloma humano (HPV), la infección de trasmisión sexual más habitual del mundo.