El cambio climático y la contaminación ambiental han derivado en un aumento de los casos de alregias oculares. Para el abordaje de esta problemática es necesario que alergólogos y oftalmólogos trabajen de forma conjunta. Por este motivo, las alergias oculares han supuesto el tema principal de la XX Reunión Anual de la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea(SESOC), que ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Las alergias oculares son procesos inflamatorios de origen inmunológico que tienen lugar en la superficie ocular. En este espectro se encuentran numerosas afecciones, tales como conjuntivitis alérgicas, queratoconjuntivitis vernal o la queratoconjuntivitis atópica. A pesar de que la mayor parte de los casos son leves, hay veces que se presentan en el paciente formas graves, como la queratoconjuntivitis vernal o atópica, que pueden llegar a comprometer la visión.
En lo relativo a los síntomas, las alergias oculares se suelen presentar generalmente en forma de picor, enrojecimiento y escozor, síntomas que suelen asociarse a la rinitis alérgica y otras manifestaciones clínicas. Ante esto, el Dr. Pedro Arriola, del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y co-organizador de la reunión, recuerda que “hay que acudir al médico, no se deben banalizar estas manifestaciones clínicas, que deben ser evaluadas y tratadas por un oftalmólogo que, en las formas más graves, se deberá apoyar también en la confirmación diagnóstica y la orientación terapéutica de los alergólogos”.
A pesar de que la mayor parte de los casos son leves, hay veces que se presentan en el paciente formas graves que pueden llegar a comprometer la visión
En la reunión, los profesionales han querido recalcar la importancia de tomarse en serio las alergias oculares pues, a pesar de que la mayor parte de la gente las asocia a algo leve, pueden tener resultados graves llegando a afectar de manera importante a la calidad de vida de los pacientes y sus familiares en casos como los pediátricos, y suponiendo elevado impacto económico.
La Dra. Margarita Cabanás, del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, apunta que “el hecho de que los procesos alérgicos estén incrementándose tiene, entre otras muchas consecuencias, un imparable crecimiento del gasto farmacéutico, una elevación de la comorbilidad (frecuentemente, la presencia de alergia ocular se asocia con otros trastornos, como asma, rinitis, poliposis, ojo seco, alergias alimentarias y otras alergias) yuna mayor improductividad (debido, sobre todo, al aumento del absentismo laboral, y es que la mayor parte de los casos de alergia ocular se producen en población en edad laboral)”.
Otra problemática relacionada con estas enfermedades es la elevada tasa de autotratamientos que los pacientes realizan sin supervisión médica. El empleo frecuente de medicaciones OTC y remedios no farmacológicos aumenta el riesgo de exacerbaciones y la posibilidad de cronificación de algunas de estas alergias. En este sentido, los expertos reclaman medios para facilitar la detección y control de casos de alergia ocular. Solicitan así apostar por medidas como la puesta en marcha campañas de prevención, llevar a cabo nuevos estudios, consensuar protocolos de abordaje y fomentar la colaboración multidisciplinar.