Los trastornos mentales y del comportamiento como la demencia, la esquizofrenia o el consumo de sustancias psicoactivas, continúan aumentando a gran velocidad en todo el mundo, dejando unas tasas de muerte cada vez mayores. En este sentido, sólo en la Unión Europea se produjeron 193.893 muertes en 2020, como resultado de estos trastornos. Las cifras representan un 3,7% de todas las muertes en la Unión Europea.
Esta situación ha quedado plasmada en un informe publicado por Eurostat, en el que se destacan los alarmantes datos de muertes por trastornos relacionados con el consumo de alcohol y por demencia. En concreto, el informe muestra las tasas de mortalidad estandarizadas, que hacen referencia a la cantidad de muertes que tienen lugar por cada 100.000 habitantes una determinada zona.
Así, se ha podido observar que la tasa de mortalidad estandarizada en la Unión Europea por estos trastornos fue de 39,1 muertes por cada 100.000 habitantes en 2020. Esta cifra ha aumentado en gran medida frente a las 28,6 muertes registradas en 2011. Los datos muestran, también, que la mortalidad es más alta en hombres (40,1), que en mujeres (36,8).
La tasa de mortalidad estandarizada en la Unión Europea por estos trastornos fue de 39,1 muertes por cada 100.000 habitantes en 2020
Los trastornos relacionados con el alcohol son una problemática importante, que afecta cada vez a más jóvenes, que a su vez comienzan a beber a edades más tempranas. El consumo excesivo de alcohol puede llegar a afectar al sistema nervioso, dando lugar a trastornos del pensamiento, demencia o pérdida de memoria a corto plazo. Además, puede derivar en una gran cantidad de enfermedades, como el cáncer o la cirrosis hepática. Finalmente, todo ello puede provocar la muerte.
Las muertes por los trastornos relacionados con el consumo de alcohol han aumentado desde 2011, con tasas notablemente altas en determinados países. La tasa total de personas fallecidas en Europa por esta causa en 2020 fue alta en países como Eslovenia (17,3 muertes por 100.000 habitantes), Polonia (10,1), Dinamarca (7,3) o Croacia (6,5).
En este aspecto, España se encuentra en el puesto 23 de 27 países. Además, el país ha reducido sus cifras con respecto a 2011 (0,66 frente a 0,5 en 2020). Sin embargo, en 2019 la tasa se situaba en 0,45, por lo que en un año las cifras volvieron a aumentar considerablemente.
En el total de muertes por estos trastornos en la Unión Europea, los datos aumentaron a 3,6 muertes por cada 100.000 habitantes, frente a 3,2 muertes en 2011. Esto refleja la importancia de poner medidas a una problemática creciente, que cada vez afecta a personas más jóvenes. Así, en 2011, morían 3,17 personas menores de 65 años, mientras que en 2020 lo hicieron 3,57. Sin embargo, estas cifras se reducen nuevamente en España, de forma que murieron 0,66 personas en 2011 frente a 0,5 en 2020.
Por otro lado, la demencia deja aún cifras más elevadas que el consumo de alcohol. Se trata de una condición que se caracteriza por una gran dificultad a la hora de recordar, pensar o tomar decisiones. Esto provoca que las personas que la padecen tengan problemas a la hora de realizar sus actividades cotidianas.
La demencia fue, en 2020, responsable de 32,6 muertes por cada 100.000 habitantes, aumentando también frente a 2011 (23,3 muertes por cada 100.000 habitantes). Esta situación está relacionada con la edad, siendo la principal causa de fallecimiento por estos trastornos entre las personas de 65 años o más.
Entre los miembros de la Unión Europea, la tasa de mortalidad estandarizada por demencia fue significativamente alta en Malta (80,1 muertes por cada 100.000 habitantes), Países Bajos (68,0), Suecia (57,5), Dinamarca (53,3) y Alemania (52,3). Sin embargo, las tasas de mortalidad más bajas por demencia se registraron en Rumanía (0,03), Eslovenia (0,5), Bulgaria (1,0) y Polonia (1,2).
La demencia fue, en 2020, responsable de 32,6 muertes por cada 100.000 habitantes, aumentando también frente a 2011
En España, las cifras aumentaron de 34,09 en 2011 a 36,17 en 2020, aunque estas últimas suponen una reducción con respecto a otros años anteriores, en los que las muertes se situaban en torno a 39 por cada 100.000 habitantes. Además, se trata de una problemática asociada a la edad y al género.
Las tasas de mortalidad estandarizadas en 2020, en menores de 65 años, revelan 0,17 muertes por cada 100.000 habitantes, mientras que en mayores de 65 ascienden a 184,8. Este último dato sitúa a España muy por encima de la media europea, que se encuentra en 166,02. En cuanto al género, mientras que las cifras de los hombres están en 33,07, en mujeres ascienden a 37,17.
Las cifras de muertes en la Unión Europea muestran la necesidad de tomar medidas urgentes para hacer frente a una problemática que no deja de aumentar. A esto hay que añadir el gran estigma que sufren las personas con estos trastornos, así como la dificultad para llevar a cabo un diagnóstico correcto. Esto último se debe a que los criterios de diagnóstico para diferentes trastornos mentales suelen tener muchos síntomas superpuestos, haciendo que el diagnóstico sea variable.