Los autodiagnósticos en redes van cada vez más en aumento. Más del 52,1% de los españoles reconoce usar internet, las redes sociales o incluso la inteligencia artificial para buscar una posible enfermedad, según el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon
La cibercondría consiste en la tendencia de buscar información médica en Internet compulsivamente y a menudo exagerada. Las personas que la sufren están constantemente preocupadas por su salud, lo que les lleva a navegar por todo tipo de páginas, redes sociales y foros en búsqueda de información que pueda dar respuestas a sus dudas o sospechas relativas a alguna patología.
Según Víctor Navalón, psiquiatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “hoy en día existe una creciente afición a buscar diagnósticos en internet. Es lo que se conoce como recurrir al doctor Google ya que se teclean los síntomas y sólo hay que esperar una respuesta. Aunque internet puede resultar positivo para mejorar nuestro conocimiento, puede llevar a diagnósticos erróneos”.
“Para realizar un diagnóstico particular es necesario conocer el historial médico de la persona y realizar una serie de pruebas que descarten otras patologías”
El problema se encuentra cuando esta se convierte en obsesión, llegando a producir ansiedad y temor, ya que aunque existan páginas médicas oficiales en la red, también abundan aquellas que son inexactas o alarmantes y que no han sido verificadas por profesionales de la salud. “Para realizar un diagnóstico particular es necesario conocer el historial médico de la persona y realizar una serie de pruebas que descarten otras patologías”, comenta el profesional.
El trastorno de cibercondría está relacionado con el trastorno de ansiedad por enfermedad, a veces denominado hipocondriasis o ansiedad por la salud, que lleva a preocuparse por tener o poder contraer una enfermedad grave. “En este trastorno, el miedo y la preocupación se centran en considerar las sensaciones físicas incómodas o inusuales como pueden ser ruidos en el estómago, una erupción cutánea o un dolor de cabeza, por ejemplo, como una indicación de una enfermedad grave, aunque un examen médico exhaustivo no haya revelado previamente una enfermedad grave”, subraya el profesional.
Además, aquellas personas que la padecen suelen recorren diferentes consultas en busca de diferentes diagnósticos para unos mismos síntomas. “También rastrean por internet hasta encontrar la respuesta que buscan o el medicamento que ellos consideran les hace falta para quedarse tranquilos y puede ser también que ese trastorno se manifieste como consecuencia de una experiencia personal dolorosa que crea esa hipervigilancia”, afirma el profesional.
¿CÓMO ACTUAR?
El doctor Navalón comenta una serie de pautas que pueden ayudar a prevenirlos como es establecer un tiempo máximo para buscar información médica y reducir la frecuencia con la que consultas webs relacionados con la salud, verificar las fuentes consultadas para asegurar que la información que estás leyendo provenga de fuentes confiables y verificadas, como sitios web de hospitales, organizaciones médicas o profesionales de la salud, y por último conocer y practicar técnicas para rebajar la ansiedad, como la respiración profunda o la meditación, para ayudar a reducir la ansiedad relacionada con la salud y a desviar tu atención de ella.