España es el país europeo con más casos de viruela del mono (mpox). Así lo hemos sabido recientemente con el último informe publicado del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) que actualiza los datos de infección en toda Europa. Según este documento, que contabiliza los casos desde 2022 y hasta abril de 2024, España ha registrado un total de 7.960 casos de las 27.059 registradas en todo el continente europeo.
Gran parte de los contagios confirmados se han detectado en Madrid (41), seguido de Andalucía (39) y Cataluña (13). Además, la mayoría de los casos confirmados se han notificado en personas nacidas en España (47,9%), seguido de personas nacidas en Latinoamérica (31,9%) y otro 16,8% de origen desconocido.
“No estamos hablando, ni de lejos, de niveles equiparables a 2022, ni de una epidemia”
Pero, ¿cuál es la gravedad de esta situación? Pues bien, aunque las cifras confirmen el crecimiento de una infección que no ha cesado desde su aparición en España, lo cierto es que no hay que preocuparse. “No estamos hablando, ni de lejos, de niveles equiparables a 2022, ni de una epidemia”, explica en declaraciones a ConSalud.esJavier Membrillo, portavoz y vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Hay que recordar que en 2022, cuando la preocupación por Mpox estaba en boca de todos, más de 7.400 personas fueron diagnosticadas de esta infección en España. El primero de estos contagios en Europa se produjo en Reino Unido y, durante ese año, más de 57.000 personas fueron diagnosticadas de esta afección. Fue además ese mismo años cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este brote como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).
Sin embargo, a pesar de contabilizar el porcentaje de infecciones más alto de toda Europa, España no corre peligro. “Tenemos que tener en cuenta que es un virus que ha quedado entre nosotros y que sigue circulando”, indica el experto de la SEIMC. Pero no es una situación alarmante. Lo que sí preocupa es la “pérdida de concienciación”, como apunta Membrillo.
“Seguir las cadenas de transmisión activas a veces es complejo”
Y para no olvidar qué es el Mpox, es importante tener en cuenta cómo se contagia y propaga esta infección. Por esto, el experto de la SEIMC recuerda que, “en la práctica totalidad de los casos, el Mpox se relaciona con la transmisión sexual”. No obstante, aunque se conozca su origen, en ocasiones resulta complicado identificar esta infección. “Seguir las cadenas de transmisión activas a veces es complejo”, indica.
A esto se suma la pérdida del miedo. Cada vez son más ciudadanos los que se exponen a prácticas sexuales de riesgo, lo que aumenta las posibilidades no solo de sufrir esta infección, sino el resto de enfermedades de transmisión sexual. “Se ha vuelto a perder la prudencia que nos daban los mensajes transmitidos por los medios”, señala. Además, el experto incide en el aumento de las prácticas de riesgo: “Es un problema en crecimiento en los últimos años”.
En esta línea, Membrillo hace hincapié en los periodos con más probabilidad de infección. “La situación actual preocupa cuando ocurre en los prolegómenos del verano o nuevas concentraciones, donde el aumento de prácticas sexuales con parejas no habituales es un hecho”, declara. Además, a esto se añade la falta de concienciación sobre la vacunación: “Sumado a que no hay concienciación de la importancia de la vacunación de riesgo frente a esta enfermedad”.
No es una infección cualquiera. Estas prácticas sexuales pueden presentar síntomas leves o acabar en una enfermedad grave e incluso la muerte, como indica el experto en enfermedades infecciosas. Por esta razón es esencial rastrear de manera eficaz contagios y posibles contactos, evitar las prácticas de riesgo y hacer uso de la vacunación en los colectivos con más predisposición a sufrir Mpox.