Hace un par de semanas dos gemelas de 12 años decidieron precipitarse al vacío desde un tercer piso en una localidad catalana. Dejaron constancia escrita de los motivos por los que habían optado quitarse la vida. Los familiares ya declararon por los hechos sucedidos y aseguraban que las niñas sufrían bullying en el instituto. Una de las hermanas falleció, mientras que la otra sigue ingresada en el hospital.
No se trata de un hecho aislado. Según los últimos datos ofrecidos por la Fundación ANAR, la conducta suicida en niños y adolescentes se disparó en 2022 con 906 tentativas hasta el mes de agosto, la cifra más alta de los últimos 10 años. Desde 2020, además, se han producido 1.949 intentos. Asimismo, los últimos casos de intento de suicidio se han asociado al acoso escolar.
Esta problemática esta cada vez más mediatizada, pero sigue presente en muchas de las aulas educativas de nuestro país. “El bullying ha existido en los colegios desde siempre, pero desde hace unas décadas hemos comenzado a fijarnos más en estas situaciones. Que ahora haya aumentado la gravedad, en este sentido, es porque nos falta todavía concienciación y programas preventivos que se extiendan a todos los colegios. No se hace un trabajo preventivo, ni en los colegios ni en casa y es donde deberían existir”, explica Jordi Artigue, psicólogo clínico de Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN).
"Los profesores se sienten muy atacados y lo que hacen es defenderse en vez de comprender estas dinámicas"
Por su parte, Ana María Jiménez, psiquiatra de la Sección Infanto-Juvenil de la misma asociación cuenta que “toda la vida ha existido lo de meterse con el más débil, pero es un fenómeno que ha ido creciendo y que está muy vinculado al ámbito educativo y que las características familiares de los jóvenes o los cambios sociales pueden influir. Es algo que existe y está ahí. Somos conscientes de la situación que vivimos, ahí está el caso de una de las hermanas de Sellent”.
Estas niñas, y al igual que todos los niños españoles, pasan muchas horas en los colegios, y es donde principalmente se detectan estos casos. Aun así, los docentes “te dicen que la escuela está sobrecargada, que los métodos de prevención están mal enfocados y es donde este cúmulo de actuaciones continuas, de muchos adolescentes, depende del núcleo escolar. Pero es verdad que los profesores se sienten muy atacados y lo que hacen es defenderse en vez de comprender estas dinámicas. Por eso, las salidas que suelen hacer es expulsión creando un círculo vicioso que, además de llevar al fracaso escolar, también añade leña a esta situación”, sigue relatando la psiquiatra.
Hasta ahora, todos los programas preventivos se orientan hoy en día a visibilizar el bullying para romper el silencio, algo que resulta una “clave importante a la vez que también está la figura del mediador o el buzón de sugerencias o quejas donde los propios protagonistas pueden expresar lo que está ocurriendo”.
Pero paraArtigue, aún hay cosas en las que mejorar para evitar estas muertes. “Creo que debe haber mejoras en las condiciones de la enseñanza, porque si los centros se ven sobrepasados, por desgracia no pueden ayudar. Pero un docente que esté bien cuidado y que pueda hacer su trabajo con satisfacción con capacidades, es el mejor observador que hay para ver cómo funciona un grupo de niños. Es una de las mejores prevenciones para el sufrimiento mental que puede llegar a sufrir un niño y por el que está aislando".
Además, contempla la posibilidad de que “se implementen talleres sobre salud mentalpara alumnos y profesores. No se trata de que todo el mundo sepa de salud mental. Se tratan de talleres para hablar de lo que es la salud mental y sensibilizar sobre lo que es el sufrimiento de salud mental”.
¿ES NECESARIA LA FIGURA DEL PSICÓLOGO EN LOS COLEGIOS?
En el ámbito escolar, el psicopedagogo es el profesional que se encarga de evaluar, diagnosticar y ayudar, de una forma personalizada, a aquellos estudiantes que necesitan ayuda. Pese a que su labor cumple un papel importante, su figura no se encuentra en todos los colegios. Con el comienzo del curso escolar 2022-2023, se iba a incluir a un psicólogo en los colegios y otros centros educativos. Este equipo tiene la intención de poner en marcha una herramienta que permite identificar las dificultados y permitir la detección de problemas además de asesorar a los equipos directivos. El problema es que no se ha implementado en todas las comunidades aun.
"Sí hay que tener una atención psicológica, de lo que no estoy seguro es de si tiene que ser exclusivamente del psicólogo"
Los propios psicólogos de la AEN dudan de la necesidad de este profesional en los centros educativos. Tal y como cuenta Jordi Artigue, “creo que la figura del psicopedagogo cumple bastante esta función y tengo duda de si había que implementar más psicopedagogos o psicólogos. A veces depende del territorio o de las circunstancias de cada ciudad. Sí hay que tener una atención psicológica, de lo que no estoy seguro es de si tiene que ser exclusivamente del psicólogo”.
“Yo creo que hay que reforzar los aspectos de psicopedagogía en esta área. Tiene que haber un punto de unión entre el ámbito escolar, lo sanitario y lo social, porque muchos de estos chicos están pasando por situaciones difíciles y cuando pasen estas cosas deben haber una red de profesionales que puedan estar presentes y valores y puedan dar una respuesta a esto”, concluye la psiquiatra.