En 2020, el año de la pandemia Covid-19, nacieron en el mundo 13,4 millones de bebes prematuros. Uno de cada 10 nacimientos que ocurrieron ese año fue anterior a la 37 semana de gestación, según datos de un nuevo informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU). De ellos 1 millón murieron por complicaciones. La prematuridad es un problema de salud pública que va en aumento.
En la última década se han producido 152 millones de nacimiento tempranos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF. Niños vulnerables, con una importante tasa de mortalidad, más de uno de cada 5 fallecen en el mundoantes de su primer cumpleaños, y riesgo de tener complicaciones a lo largo de la vida. En los últimos años se ha avanzado mucho en la supervivencia de estos pequeños, y en su evolución. Sin embargo, la realidad es que la prematuridad sigue presente y cada vez más, y aunque se intenta reducir, son diversos los factores que llevan a ella. No solo a nivel mundial, sino también nacional.
Mientras en el mundo la tasa oscila entre el 5 y 18%, en nuestro país es del 7 al 9%
España es un país con tasas de prematuridad bajas. Como señala la Dra. Belén Fernández, miembro del comité asesor de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), mientras en el mundo la tasa oscila entre el 5 y 18%, en nuestro país es del 7 al 9%. Un reto que comienza con los obstetras en el momento del embarazo, y continúa con los neonatólogos en el cuidado de esos niños que pasarán, en la mayoría de los casos, mucho tiempo en el hospital junto con sus familias.
Los nacimientos antes de la 39 semana de gestación se consideran prematuros, embarazos que no han llegado a término. Esta fecha establecida a nivel mundial por la OMS corrige la anterior consideración de prematuridad, establecida a las 37 semanas, debido a que la evidencia científica ha demostrado que los niños nacidos antes de la semana 39 ya sufren distintos problemas neurológicos, digestivos, de desarrollo, que pueden provocarles secuelas de por vida. Cuanto menos semanas de gestación, más complicaciones, llegando a ser en algunos casos difícil la supervivencia, como en los grandes prematuros menores de las 28 semanas.
En general, se ha incrementado la prematuridad tardía, entre las 34 y 37 semanas. La prevención para que esto no suceda es individualizada, adaptada a los diferentes casos y circunstancias. Como señala la Dra. Fernández, existen diferentes causas para que se dé un parto temprano como la infección, la preeclampsia, la incompetencia uterina o problemas de la placenta. También existen otra serie de factores que actualmente son los responsables del incremento de casos. “La maternidad se ha retrasado, lo que hace que sean mujeres con más patologías que pueden desembocar en la inducción del parto”, explica por su parte la Dra. Teresa Cobo, secretaria de la Sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), y responsable de la Unidad de Prematuridad del Hospital Clínic de Barcelona.
Se calcula que los embarazos por reproducción asistida tienen un 14,5% mayor riesgo de partos pretérmino
La reproducción asistida, las técnicas a las que acuden las parejas y las mujeres en casos de esterilidad, sin pareja o pareja del mismo sexo, para recibir una inseminación artificial, es otra de las causas de estos aumentos. En España el 9,5% de los nacimientos es fruto de este procedimiento, según la Sociedad Española de Fertilidad y el Ministerio de Sanidad. En muchos casos son partos múltiples, lo que aumenta el riesgo de prematuridad. De hecho, se calcula que estos embarazos tienen un 14,5% mayor riesgo de partos pretérmino.
“Existen muchos factores de riesgo, además de los citados también nos encontramos la obesidad, el consumo del tabaco o la higiene bucal. Todos ellos son elementos que se tienen que identificar en las primeras visitas para hacer un correcto seguimiento”, indica la Dra. Cobo. Y aunque no todos se pueden evitar, es importante tener en cuenta que con inversión para optimizar la salud materno-fetal-neonatal, la incorporación de los progresos o la innovación se puede abordar esta problemática, indican desde la OMS
MEDIDAS PARA EVITAR LA PREMATURIDAD
La anamnesis es el principal paso que se realiza actualmente para un correcto seguimiento del embarazo y prepararse para posibles complicaciones. Este interrogatorio es la clave para que conocer el riesgo de estas pacientes: si tienen hipertensión, diabetes, fuman, antecedentes de prematuridad, es un embarazo múltiple o hay malformación uterina. “En cada paciente seguiremos un camino de seguimiento adaptados”, manifiesta la Dra. Cobo.
Los avances en los últimos años han permitido recomendar a las pacientes diferentes pasos para reducir este riesgo. Desde instar a dejar de fumar, a fomentar una correcta higiene bucal, pasando por no estar extremadamente delgada ni con obesidad, o saber gestionar el estrés físico y emocional. Estas son las medidas que en el día a día las mujeres embarazadas pueden realidad para evitar que su hijo nazca antes de tiempo. También pueden tener en cuenta la importancia de que en fecundación in vitro solo transfieran un embrión o que el periodo entre embarazos sea mayor de seis meses.
A nivel profesional, además de la inversión en optimización de la salud o en la innovación para mejorar el abordaje de los pacientes, existen otras estrategias para reducir la prematuridad. “Mirar el cuello cervical o hacer seguimiento de vaginosis o de infección de orina permite reducir la prematuridad. Son aplicaciones que están incorporadas en todos los hospitales, destinadas a los perfiles con mayor riesgo”, indica la Dra. Teresa Cobo, quien incide en la importancia de la anamnesis para llevar a cabo un correcto seguimiento con los que adelantarse a los riesgos o a las complicaciones, para evitar la prematuridad.