El asma, que ya es una enfermedad de gran impacto a nivel mundial, ha experimentado en las últimas décadas un incremento de prevalencia en los países industrializados que puede oscilar entre el 8 y 10 % de la población. Según los expertos, este crecimiento se debe a una mejora de las técnicas y criterios diagnósticos, pero también a la influencia de la contaminación ambiental. Y es que, los contaminantes pueden actuar agravando la enfermedad en pacientes con asma o ser la causa de la misma.
Además, según un reciente editorial publicado en la revista científica de referencia 'Archivos de Bronconeumología de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica' (Separ), ya es bien conocido a nivel científico y existe consenso entre todos los profesionales de la salud, que niveles elevados de partículas de diesel, ozono, anhídrido sulfuroso y óxido nitrosos (O3, SO2 y NO2) pueden precipitar la aparición de síntomas en pacientes asmáticos que desencadenen consultas, visitas a urgencias y hospitalizaciones.
Este crecimiento se debe a una mejora de las técnicas y criterios diagnósticos, pero también a la influencia de la contaminación ambiental
Por otra parte, también empieza a estar extendida y apoyada por numerosos estudios epidemiológicos la relación de causalidad entre asma y contaminación ambiental, pero no solo eso, ya que las nuevas investigaciones dan un paso más: no solo buscan la causalidad, sino que se encaminan a tratar de conocer los mecanismos exactos mediante los cuales la contaminación ambiental puede agravar o causar asma.
En individuos con asma la exposición a altas concentraciones de contaminantes produce cambios en la función pulmonar alterando e incrementado la respuesta inflamatoria e irritativas. En individuos sin asma previa se ha evidenciado que los agentes contaminantes pueden actuar de tres formas que incrementan el riesgo de producir respuestas asmáticas: provocando cambios genéticos, cambios epigénicos o alterando determinados mecanismos inmunológicos.
El asma afecta a tres millones de personas y las crisis asmáticas provocan el 2% de los ingresos en hospitales
En este sentido, las consecuencias del incremento de pacientes con asma o de crisis asmáticas se traducen en un elevado coste socioeconómico en términos de absentismo laboral y escolar así como de recursos sanitarios (consultas, urgencias y hospitalizaciones) y muertes. Por ello, los expertos en enfermedades respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica consideran importante concienciar a las autoridades de los graves efectos para la salud que la contaminación tiene y la importancia de tomar medidas que frenen la contaminación del aire.
En España, el asma afecta a tres millones de personas y las crisis asmáticas provocan el 2% de los ingresos en hospitales. De hecho, en España el asma es la cuarta causa de absentismo laboral y la primera de ausencia escolar. En 2015, el asma causó el 1,1 % de años perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura (AVAD).