La atención rápida en ictus isquémico, la diferencia entre la vida y la muerte

El Dr. Oriol Franch cuenta las causas y síntomas del ictus, y la necesidad de actuar rápidamente.

Imagen del cerebro que puede sufrir un ictus (Foto. Quirónsalud)
Imagen del cerebro que puede sufrir un ictus (Foto. Quirónsalud)
CS
29 octubre 2024 | 10:15 h
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El ictus isquémico, conocido también como infarto cerebral o embolia cerebral, ocurre cuando se produce una obstrucción de los vasos sanguíneos que impide el flujo normal de sangre al cerebro, lo que provoca daños neurológicos importantes. Las enfermedades cerebrovasculares son las que más contribuyen a este tipo de ataques cerebrales, representando entre el 85% y el 90% de todos los casos de ictus.

Según el Dr. Oriol Franch, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, “es fundamental reconocer los signos iniciales del ictus y actuar rápidamente, ya que el tiempo es vital: cada minuto que pasa sin tratamiento, millones de neuronas están en riesgo de muerte”. Por lo que destaca la importancia del diagnóstico y tratamiento rápido de este ictus, una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo.

Entre las principales causas que generan este problema se encuentran las afecciones cardíacas, como arritmias o prótesis valvulares, que favorecen la formación de coágulos que pueden llegar al cerebro. “En personas jóvenes, se han observado causas menos comunes, como la disección de la arteria carótida o alteraciones congénitas del corazón como el foramen oval permeable”. Además de la aterosclerosis, una condición en la que las arterias se llenan de placas grasas que pueden bloquear el flujo sanguíneo o desprenderse y viajar a otra región, causando una embolia. Los factores de riesgo más comunes son la hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, tabaquismo y sedentarismo.

SÍNTOMAS DEL ICTUS

El doctor resalta que esta afección provoca alteraciones neurológicas bruscas, y los síntomas varían según el área del cerebro afectada. Los más comunes incluyen: alteraciones del lenguaje con dificultad para expresar y/o entender, pérdida de visión parcial o completa, o visión doble, de sensibilidad o debilidad en un lado del cuerpo, afectando a la cara, brazos o piernas, problemas para caminar o mantener el equilibrio, y dolor de cabeza severo y repentino.

"Cada segundo cuenta. La atención médica rápida puede ser la diferencia entre la vida y la muerte"

"Cada segundo cuenta. La atención médica rápida puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación completa y una discapacidad permanente", señala Franch. Considerando esto, el diagnóstico del ictus es una emergencia médica que requiere acción rápida para evitar daños irreversibles, activando lo que se conoce como "Código Ictus".

En ocasiones, las pruebas diagnósticas realizadas en las primeras horas permiten un diagnóstico preciso de cuál ha sido la causa del accidente cerebrovascular, pero a veces no hay un diagnóstico de certeza de cuál ha sido la causa que ha provocado la oclusión de una determinada arteria. En esta situación, hay que realizar estudios diagnósticos adicionales que permitan identificar la causa específica de la obstrucción arterial. “Para ello, se realizan pruebas avanzadas como ecografía de las arterias cerebrales, ecocardiografía para evaluar posibles problemas cardíacos y monitorización electrocardiográfica prolongada, para intentar detectar una posible arritmia cardiaca que pueda haber causado el ictus”, sostiene el Dr. Oriol Franch.

TRATAMIENTO

El tratamiento varía en función de la etapa en la que se encuentre el paciente: en la fase aguda, es decisivo que el paciente sea ingresado en una unidad de accidentes cerebrovasculares o de cuidados intensivos para ser monitorizado, para asegurar cuidados generales adecuados y para la eventual administración de tratamientos trombolíticos.

La fibrinolisis intravenosa, un procedimiento que disuelve el coágulo causante del accidente cerebrovascular. Este tratamiento debe iniciarse dentro de las primeras 4,5 horas tras los primeros síntomas. Esta ventana de tiempo se puede ampliar en aquellos pacientes en los que los estudios de neuroimagen detecten tejido cerebral en riesgo, que no ha llegado a infartarse. Otro tratamiento avanzado es la trombectomía mecánica, una intervención endovascular que, a través de las arterias, permite deshacer el coágulo de las arterias cerebrales.

Según la causa del ictus, se pueden administrar antiagregantes como ácido acetilsalicílico o clopidogrel, o anticoagulantes, si el origen está relacionado con una cardiopatía causante de embolias

Tras la fase aguda realizan un tratamiento personalizado a largo plazo, denomiado prevención secundaria cuyo objetivo es reducir el riesgo de recurrencia del infarto, consitse en medidas que incluyen el control estricto de los factores de riesgo, como hipertensión arterial y colesterol elevado, y cambios en los hábitos de vida. Según la causa de esta afección, se pueden administrar antiagregantes como ácido acetilsalicílico o clopidogrel, o anticoagulantes, si el origen está relacionado con una cardiopatía causante de embolias.

“En ciertos casos, se pueden realizar intervenciones invasivas para corregir estrechamientos severos de las arterias carótidas o reparaciones cardíacas si hay defectos que contribuyen al riesgo de embolias”, concluye Oriol Franch.

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