El trabajo ha analizado mediante análisis de series temporales, la posible relación entre diversos factores ambientales como contaminación acústica, contaminación atmosférica química y temperaturas extremas sobre los ingresos hospitalarios urgentes por esclerosis múltiple, desvelando la relación existente entre el ruido y el aumento de dichos ingresos.
"La relación entre el ruido y los ingresos es lineal y sin umbral"
Los resultados obtenidos, publicados en la revista Science of the Total Environment, muestran que los niveles de ruido medio diurno, es decir el que se mide entre las 7 y las 23 h en el conjunto de todas las estaciones de la red de medida del Ayuntamiento de Madrid, y que en un 80 % procede del tráfico rodado, están asociados con los ingresos diarios de carácter urgente que se producen por esclerosis múltiple en los hospitales de la ciudad de Madrid.Los investigadores destacan que: “la relación entre el ruido y los ingresos es lineal y sin umbral, es decir que cualquier incremento en los niveles de ruido se asocia con un incremento de estos ingresos, por cada dB(A) en que se aumente el ruido diurno se produce un incremento del riesgo relativo del 1,21 (95% IC: 1,16 1,26), pero este riesgo asciende a 1,62 (95% IC: 1,24 2,13) para aquellos días en que los niveles de ruido diurno superan los 67 dB(A)”.
Estas cifras indican que el ruido puede ser un factor ambiental de riesgo capaz de producir la exacerbación de los síntomas de esta enfermedad hasta el punto de que el paciente precise el ingreso en un hospital, si bien hay que señalar que no se puede concluir con este tipo de estudios que el ruido intervenga en la etiología de la misma.
El mecanismo biológico mediante el cual el ruido puede afectar a la evolución de la enfermedad está relacionado con el estrés oxidativo. El estrés oxidativo tiene lugar cuando, a raíz del metabolismo o la acción de factores externos, se produce un exceso de oxidantes frente a antioxidantes que puede llevar a la muerte celular.