Este lunes se celebra el Día Mundial del Linfedema. Con motivo de esta fecha, la Asociación Española del Linfedema ha advertido que "los profesionales sanitarios que saben diagnosticarlo y conocen su tratamiento son muy pocos en España, a pesar de que más de un millón de españoles sufren esta patología".
Un linfedema es un aumento de volumen que puede darse en cualquier parte del cuerpo y está provocado por un defecto en el sistema linfático. Se trata de una patología crónica que se considera una secuela del tratamiento oncológico y cuyos primeros síntomas se manifiestan con una inflamación de los tejidos blandos. Estos generalmente pasan desapercibidos para médicos y pacientes porque no causan dolor. Como se ha destacado desde la asociación, "prevenir y tratar de manera precoz el linfedema es imprescindible para conseguir los mejores resultados, evitar su progresión y asegurar una buena calidad de vida al paciente".
"Prevenir y tratar de manera precoz el linfedema es imprescindible para conseguir los mejores resultados"
Según la asociación, la incidencia del linfedema secundario depende del tipo de cáncer y su tratamiento: sarcoma (30%); cáncer de mama (29-43%); tumores malignos ginecológicos (20%); melanomas (10%); tumores genitourinarios (10%); cabeza y cuello (4%).
El linfedema no tiene cura, pero sí un tratamiento que, realizado de forma precoz, evita que se desarrolle y consigue que el edema pase desapercibido. En el linfedema primario, en las adolescentes, es especialmente importante la detección a tiempo.
El linfedema secundario más conocido es el que tiene lugar como consecuencia de los tratamientos por cáncer de mama. Igualmente, a veces pasan desapercibidos como edemas de genitales por cáncer de próstata, o edemas en las piernas como consecuencia de tratamientos de cáncer de ovarios y útero.
Todos los linfedemas tienen tratamiento, independientemente de la edad del paciente y el tiempo de progresión del mismo. La prevención es posible, por lo que es muy importante ver a estos pacientes y tratar las secuelas postquirúrgicas y realizar un programa de prevención incluso antes de las cirugías. Así, recuerdan que el ejercicio es recomendable y no aumenta el riesgo de linfedema, siempre y cuando esté supervisado.
Finalmente, insisten en que los tratamientos deberían ser realizados por fisioterapeutas especializados. "Por primera vez en España, un hospital público, el Hospital Universitario de Burgos, financia la formación de los fisioterapeutas de Castilla y León con el Método Godoy, único método que consigue revertir la elefantiasis, el estadio más avanzado del linfedema. Supone un gran avance en el tratamiento de los pacientes", concluyen.