En un mundo donde el cuidado de la salud sigue evolucionando a un ritmo cada vez más acelerado, la compañía Teva sigue comprometida firmemente con los pacientes y su salud con el fin no solo de brindar medicamentos y soluciones sanitarias a quienes lo necesitan, sino también para mejorar vidas y lograr un impacto social duradero.
Por ello, y para así abordar estos desafíos de lograr que el cuidado de la salud sea más accesible, la compañía ha lanzado en su web una nueva plataforma: ‘Desde mi ventana’, con el fin de dar visibilidad a algunas patologías como la esclerosis múltiple, el asma, migrañas, depresiones, así como enfermedades cardiovasculares.
Precisamente, esta nueva plataforma se ha creado como una comunidad de apoyo a los pacientes que sufren algunas de estas patologías con el objetivo de ayudarles a combatir la enfermedad y dar visibilidad a sus problemas diarios y así poderles ayudar a llevar mejor su día a día.
De esta forma, a través de ‘Desde mi ventana’, los pacientes que sufren estas patologías relatan sus experiencias vividas y explican cómo es su rutina y su día a día al tener que lidiar con alguna de estas patologías.
Pero, hablemos de una de las patologías que hoy en día sufren muchas personas en todo el mundo: el asma. Esta enfermedad respiratoria que actualmente afecta a unas 235 millones de personas en todo el mundo y a más de dos millones en España, se ha convertido también en la patología crónica más común entre la población infantil.
El asma se ha convertido también en la patología crónica más común entre la población infantil
El asma se vive de diferente manera según la edad, pero si algo tienen en común todas las etapas de la vida es que el paciente no debe resignarse a ver limitada su vida por esta enfermedad.
Pero, ¿cómo es trabajar con asma? En ‘Desde mi Ventana’, Genoveva Villar Ferreras ha relatado su experiencia y como es su día a día en el trabajo al tener que lidiar con esta patología.
“Mi trabajo no es de gran intensidad física, pero estoy empezando a sentir cada día, un poquito más, el agotamiento que antes no tenía. Caminar o circular por las calles de Madrid entre el humo de los coches; los ambientes saturados de tabaco y ambientadores de las oficinas, así como la atmósfera tan cargada de los bares y restaurantes, hacen que al finalizar la jornada me sienta, cada día, un poquito más cansada. Pero, a pesar de todo ello, me siento bien y me gusta mi trabajo”, narra esta paciente, quién relata que han transcurrido, aproximadamente, quince años desde la primera crisis importante de asma que sufrió.
“Las alergias que me estaban tratando con diferentes tratamientos, derivaron en asma. En un principio, estos tratamientos funcionaban correctamente. Tan solo necesitando ‘un chute’ de corticoides cada seis o siete meses. Estos periodos fueron acortándose y pasaron a ser cada: tres, dos, o incluso cada mes y este agravamiento fue influyendo negativamente en mi trabajo”, señala.
Sin embargo, pese a que el asma influyó negativamente en el trabajo de esta paciente, “conseguí ser, en una multinacional, la número uno en ventas”. “Mi trabajo me seguía enamorando en todos los aspectos lo que hacía que olvidara las crisis de asma y que luchara contra ellas. Pero, poco a poco ese empeoramiento físico se acrecentó, hasta que ya no tenía ilusión en el trabajo. No podía desarrollarlo correctamente y fui cayendo en un desánimo físico y psíquico”, subraya.
Ahora, tras doce años desde que a esta paciente le concedieron una incapacidad por el asma, “gracias a mis neumólogos de referencia, un buen amigo alergólogo y la Asociación de Asma Madrid comencé a tener nuevas perspectivas e ilusiones”.
“Ya no desarrollo trabajos físicos, no estoy sujeta a horarios ni obligaciones, pero cada día me levanto con una ilusión reforzada y animada para hacer cosas. Intento que nada lo impida. El asma no me va a hacer perder todo lo bueno y bonito que tengo”, concluye esta paciente.