En los medios de comunicación de forma reiterada y ya desde hace años aparecen noticias sobre el uso de fármacos de manera lúdica con el fin de obtener efectos muy distintos de aquellos para los que fueron creados. Es el caso de la codeína, un analgésico derivado del opio recomendado para aliviar la tos o dolores moderados.
“Es bien conocido, ya desde los inicios de la epidemia de consumo de heroína en nuestro país, en los años 70, como los adictos a opiáceos usaban la codeína como sustancia alternativa, a modo de sustitución, para paliar los síntomas de abstinencia cuando no conseguían heroína, al igual que posteriormente hicieron con otros analgésicos disponibles en las farmacias”, señala el Dr. César Pereiro, jefe de Sección del Área de Psiquiatría de la Unidad Asistencia de Drogodependencias de A Coruña (Aclad), en declaraciones a ConSalud.es. No obstante, “asignar a la codeína el apelativo de ‘nueva droga’ entre los adolescentes quizás no sea del todo apropiado", ya que su uso nunca ha estado tan extendido, especialmente si lo comparamos con el tabaco, el alcohol, el cannabis u otras drogas ilegales.
El uso de codeína de forma inadecuada puede generar dependencia
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) decenas de medicamentos contienen codeína en nuestro país; unos compuestos solo por esta sustancia, y otros que son asociaciones de fármacos como el paracetamol o el ibuprofeno. Entre otras razones, debido a su procedencia del opio, la codeína usada de forma inadecuada puede generar dependencia.
Así, al igual que sucede con otros fármacos, estos deberán ser indicados y prescritos por un médico, motivo por el cual, su dispensación en las oficinas de farmacia comunitaria será con receta médica. Sin embargo, según alega Pereiro, “en ocasiones pueden adquirirse sin receta, aunque este tipo de prácticas cada vez están más controladas”.
‘PURPLE DRUNK’, ‘SIZZURP’ O ‘LEAN DRINK’
Hasta el momento, el uso de codeína fuera de indicación médica es “poco común”, si bien, recientemente se han hecho públicos algunos casos. “El consumo de codeína puede hacerse de forma independiente o asociado a otras sustancias. Así, la asociación de codeína y bebidas carbonatadas y/o alcohol es la más habitualmente descrita”, señala el doctor.
Tras su consumo, el efecto inicial es euforizante, pero como sucede con todas las sustancias con capacidad depresora, “el incremento en la dosis puede producir sedación de distinta entidad”. ‘Purple Drunk’, ‘Sizzurp’ o ‘Lean Drink’, son algunas de las denominaciones que los jóvenes emplean para hacer referencia a este tipo de bebida.
Consumir dosis superiores a las recomendadas puede provocar la muerte por depresión respiratoria
“A corto plazo el uso de dosis superiores a las contempladas en la ficha técnica del fármaco puede producir sobredosificación de distinta magnitud, desde una sedación excesiva a la muerte por depresión respiratoria, especialmente en presencia/asociación de otras drogas depresoras”, destaca el jefe de sección de Aclad.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
Actualmente, en España esta problemática no tiene gran magnitud. A este respecto, Pereiro matiza que no existe una alerta específica por el uso de codeína y las recomendaciones de la administración son las habituales en cuanto a la necesidad de control de su prescripción y dispensación.
Asimismo, “las estadísticas nacionales, que proporciona la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en nuestro país, no muestran datos específicos para esta sustancia”, concluye el doctor.