Hacer llegar un órgano desde un donante hasta un receptor que se encuentra en un punto geográfico distinto. El trasplante de órganos requiere de un proceso muy complejo, dado su carácter urgente en la gran mayoría de los casos. Un proceso que el servicio de Coordinación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) se encarga de optimizar, seleccionando meticulosamente el medio de transporte más adecuado en cada caso para trasladar el órgano donado.
Según indican fuentes de la organización a ConSalud.es, la distancia entre los centros implicados en el trasplante y el tipo de órgano que se vaya a trasplantar, son los principales factores que influyen a la hora de elegir un medio u otro para recorrer la distancia que separa el donante del receptor.
Para distancias inferiores a 300 kilómetros el medio elegido suele ser terrestre. En algunos casos, ambulancias, pero también se usan coches de alquiler
Así, para distancias inferiores a 300 kilómetros el medio elegido suele ser terrestre. En algunos casos, ambulancias, pero en buena parte, coches de alquiler. “Hay empresas que trasladan los órganos en vehículos con un conductor. Este sistema se utiliza porque evita tener ocupada una ambulancia durante varias horas, por lo que al final resulta más económico”, afirman desde la ONT, cuya directora es Beatriz Domínguez-Gil.
Cuando se trata de una distancia mayor, sin embargo, entran en juego otras alternativas móviles. La última que ha incorporado la ONT es el tren, gracias a un acuerdo con Renfe que permite el traslado de órganos a través de la Alta Velocidad Española (AVE) con un coste gratuito. Este servicio, que ya ha sido utilizado, solo es posible para trasplantes de riñón cruzado. Esto sucede por el mayor tiempo de isquemia que tiene el riñón. El tiempo de isquemia marca el período en el que el órgano puede estar fuera del cuerpo, y por tanto aquel en el que puede estar “viajando”. Al ser mayor en el del riñón, el trasplante puede programarse con antelación, “y esto posibilita cuadrar los horarios con los del AVE fácilmente”, explican desde la ONT.
Junto al riñón, el hígado es el órgano que tiene un mayor tiempo de isquemia y que por tanto es más fácil de transportar. En caso de órganos como el pulmón, por ejemplo, el traslado es más dificultoso. Y, siempre que la distancia entre centros sea considerable, se utiliza el traslado por medios aéreos.
TRASLADOS EN AVIÓN
En el caso del transporte por vía aérea, sin embargo, hay dos posibilidades. Por una parte, el transporte a través de un avión privado. “Son aviones de entre cuatro y ocho pasajeros, cuyo coste paga el centro hospitalario donde se realiza el trasplante, y en él se desplaza, junto al órgano, el equipo quirúrgico que realiza la operación”, señala otra fuente de la ONT, que estima que el coste medio de este servicio es de unos 7.000 euros, aunque el precio depende de la distancia recorrida.
Las embarcaciones marítimas, por su lentitud, es descartada como medios de transporte viable para los órganos
La segunda posibilidad, por su parte, es la del traslado del órgano en un vuelo comercial. Compañías como Iberia o Air Europa han firmado acuerdos que garantizan la gratuidad de sus servicios. En estos casos, el órgano viaja siempre en la cabina del piloto (nunca en la bodega ni con el resto de pasajeros), y suele ser él mismo el que lo entrega a la ambulancia encargada de llevarlo al hospital que realiza el trasplante. “Esto solo se usa para trasplantes de riñón, y a veces de hígado. Y solo cuando es posible que la extracción del órgano al donante y el trasplante en el receptor lo hagan equipos distintos, sin que tengan que viajar”, explican desde la ONT.
Las embarcaciones marítimas, por su lentitud, y el helicóptero, por sus limitadas condiciones (no suelen volar de noche y no permiten traslados muy largos), son descartados por la ONT como medios de transporte viable para los órganos.
Pese a la diversa cantidad de vehículos utilizados en la realización de trasplantes, en la ONT aseguran que las condiciones de traslado del órgano suelen ser independientes del medio elegido. “Viaje donde viaje, el órgano siempre va recubierto con una doble bolsa con hielo pilé y después colocado en una nevera, que es similar a las que solemos ver en las playas o los campings”, aseguran desde el organismo.