La pandemia ha supuesto un punto de inflexión en los niveles de estrés hallados entre los profesionales del sistema sanitario. Así lo demuestra un reciente estudio -publicado en la prestigiosa revista de psiquiatría International Journal of Social Psychiatry- en el que se concluye que, según aumenta el nivel de responsabilidad, aumenta el estrés.
Ahora, otro estudio de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) ha concluido que con tan solo unas sencillas sesiones de ejercicio en casa con ayuda de aplicaciones se puede reducir eficazmente los síntomas depresivos del personal sanitario.
La investigación, publicada en la revista científica 'JAMA Psychiatry', dividió a los participantes en un grupo de control en lista de espera o en un grupo de ejercicio al que se dio acceso gratuito a un conjunto de aplicaciones de ejercicio en casa llamado 'DownDog', que incluía yoga, cardio y entrenamiento de fuerza. Se les pidió que realizaran al menos 80 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana durante 12 semanas.
El grupo de ejercicio presentó niveles significativamente más bajos de síntomas depresivos que el grupo de control a medida que avanzaba el estudio. "La mayoría de los participantes en el estudio empezaron muy arriba en la escala de síntomas depresivos en comparación con la población general, así que los cambios fueron realmente sorprendentes de ver", ha comentado Vincent Gosselin-Boucher, primer autor del estudio.
Los efectos positivos fueron más pronunciados entre los participantes que realizaban una media de al menos 80 minutos de ejercicio a la semana
Además de los síntomas depresivos, los investigadores midieron los síntomas de agotamiento y los días de baja por enfermedad durante las dos semanas previas al inicio de la participación en el estudio, y cada dos semanas durante el ensayo, mientras las aplicaciones de ejercicio realizaban un seguimiento de los entrenamientos de los participantes.
El ejercicio mejoró dos facetas medidas del agotamiento, a saber, el cinismo y el agotamiento emocional. El grupo de ejercicio también declaró menos días de baja por enfermedad que el grupo de control.
El estudio apunta que uno de los principales retos era conseguir que los participantes se ciñeran al programa: entre la segunda y la duodécima semana, el cumplimiento de los 80 minutos de ejercicio semanales recomendados se redujo al 23 por ciento de los participantes, frente al 54 por ciento.
En el futuro, los investigadores planean explorar si proporcionar apoyo motivacional, como entrenadores físicos, puede fomentar el hábito del ejercicio.