Un estudio pionero ha demostrado la diversidad de la apnea obstructiva del sueño (AOS) en mujeres y ha puesto en cuestión los resultados de estudios anteriores basados principalmente en cohortes masculinas. Este nuevo trabajo, llevado a cabo por un equipo de investigación del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), realizado exclusivamente con 1.886 pacientes femeninas tratadas en el hospital entre 2011 y 2019, demuestra que las conclusiones de estudios previos, con predominancia masculina, no reflejan adecuadamente la complejidad y diversidad de la manifestación entre mujeres.
La AOS es un trastorno del sueño en el que la respiración se interrumpe repetidamente, lo que tiene graves consecuencias para la salud, como enfermedades cardiovasculares o problemas cognitivos.
“Si hacemos un análisis específico solo en mujeres, como hemos hecho nosotras, los resultados muestran que su manifestación es mucho más heterogénea de lo que se pensaba”
Según la Dra. Carmen Monasterio, jefa de la Unidad de Sueño y Ventilación del Servicio de Neumología de Bellvitge, “al principio se pensaba que era una enfermedad que clásicamente afectaba a los hombres, porque eran quienes más consultaban, y se asumía que las mujeres presentaban más infradiagnóstico porque tenían menos síntomas que los hombres, pero esto ha resultado no ser cierto”. La Dra. Eva Fontanilles, especialista de la misma unidad, cuenta “si hacemos un análisis específico solo en mujeres, como hemos hecho nosotras, los resultados muestran que su manifestación es mucho más heterogénea de lo que se pensaba”.
El estudio ha identificado cuatro fenotipos principales entre las pacientes femeninas, que destacan por sus diferencias clínicas. El perfil más común es el de mujeres de mediana edad con factores de riesgo cardiovascular, que presentan síntomas tradicionales como ronquidos, somnolencia diurna y paradas de la respiración observadas por familiares. También se asocia con obesidad y factores de riesgo cardiovascular.
La apnea también se da en mujeres de mediana edad sin riesgo cardiovascular significativo, en cuyo caso no presentan síntomas y precisan de medidas higiénico-dietéticas; mujeres mayores de más de 65 años, con enfermedad cardiovascular asociada y con apnea grave pero con síntomas leves; y mujeres de mediana edad con trastornos del estado de ánimo, sueño no reparador y riesgo cardiovascular, y que presentan unos síntomas “atípicos”, sin somnolencia diurna, con cansancio matutino, y puede asociar un trastorno depresivo. Este último perfil es el que tradicionalmente se había asociado a la mujere, sin embargo, no es el más prevalene.
Las doctoras recuerdan que la causa más frecuente es dormir pocas horas
“El hallazgo es que la presentación ‘clásica’ que se consideraba propia de la AOS en hombres también se presenta y es prevalente en las mujeres”, afirma la Dra. Monasterio, “aunque también encontramos otras manifestaciones menos típicas, como el sueño no reparador o trastornos del estado de ánimo”.
DIÁGNOSCTICO PERSONALIZADO
Conforme se desarrolle una mejor comprensión de cómo se manifiesta la apnea obstructiva del sueño en mujeres, será clave adaptar los tratamientos y herramientas diagnósticas para esta población. Los resultados de este estudio representan un paso importante hacia un diagnóstico más personalizado que tenga en cuenta la diversidad en la presentación de los síntomas y las diferencias de género.
Este estudio también subraya la necesidad de revisar los criterios diagnósticos y tratamientos actuales de la AOS según el fenotipo encontrado en las mujeres. “Hemos visto que algunas mujeres pueden tener síntomas atípicos, como el insomnio o la fatiga emocional, y esto necesita un abordaje diferenciado”, destaca la Dra. Fontanilles.