La depresión y la ansiedad no están relacionadas con mayor riesgo de padecer la mayoría de los tipos de cáncer, de acuerdo con un análisis de múltiples estudios de los Países Bajos, el Reino Unido, Noruega y Canadá. Hasta ahora, se creía que estos problemas de salud mental y el cáncer estaban relacionados, pero el nuevo estudio, publicado en "CaNCER" (revista revisada por expertos de la Sociedad Americana del Cáncer), lo ha desmentido.
Los expertos han sospechado que la depresión y la ansiedad pueden aumentar el riesgo de cáncer al afectar a los comportamientos de una persona relacionados con la salud o al tener efectos biológicos en el organismo que favorecen el desarrollo del cáncer. Algunas investigaciones han respaldado la existencia de una asociación entre depresión, ansiedad e incidencia de cáncer, mientras que otras no han hallado ninguna o han encontrado asociaciones insignificantes.
Para obtener más información, Lonneke A. van Tuijl, doctora del Centro Médico Universitario de Groninga (Países Bajos), y sus colegas examinaron los datos del consorcio internacional Factores Psicosociales e Incidencia del Cáncer, que incluye información de 18 grupos de estudio prospectivo con más de 300.000 adultos de los Países Bajos, el Reino Unido, Noruega y Canadá.
Lonneke A. van Tuijl: "Nuestros resultados pueden suponer un alivio para muchos pacientes con cáncer que creen que su diagnóstico se atribuye a una ansiedad o depresión previas"
El equipo no halló asociaciones entre la depresión o la ansiedad y los cánceres general, de mama, de próstata, colorrectal y relacionado con el alcohol durante un seguimiento de hasta 26 años.
La presencia de depresión o ansiedad se relacionó con un riesgo un 6% mayor de desarrollar cáncer de pulmón y cánceres relacionados con el tabaquismo, pero este riesgo se redujo sustancialmente tras ajustar por otros factores de riesgo relacionados con el cáncer, como el tabaquismo, el consumo de alcohol y el índice de masa corporal.
Por lo tanto, este análisis respalda la importancia de abordar el tabaquismo y otros comportamientos poco saludables, incluidos los que pueden desarrollarse como consecuencia de la ansiedad o la depresión.
"Nuestros resultados pueden suponer un alivio para muchos pacientes con cáncer que creen que su diagnóstico se atribuye a una ansiedad o depresión previas --afirma la doctora van Tuijl--. Sin embargo, es necesario seguir investigando para comprender exactamente cómo se relacionan la depresión, la ansiedad, las conductas de salud y el cáncer de pulmón".