El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se diagnostica a cerca de 40.000 personas al año solo en España, y que celebra su Día Mundial el 21 de septiembre. A pesar de que la patología está infradiagnosticada y de que no cuenta con una cura definitiva, cada vez son más los avances que se hacen en la identificación de biomarcadores, factores de riesgo o, incluso, tratamientos.
El alzhéimer es una enfermedad que se define por la presencia de dos proteínas que están anormalmente depositadas: la proteína amiloide y la proteína tau. En este sentido, las terapias actuales están enfocadas en bloquear la generación de dichas proteínas. Así, los estudios más avanzados consisten en la generación de anticuerpos monoclonales dirigidos frente a ambas proteínas, y administrados de manera crónica.
Las terapias que son ya una realidad son los anticuerpos monoclonales anti Aβ. En Estados Unidos, ya hay dos tratamientos amiloides que se están comercializando, y uno de ellos podría comercializarse en Europa a partir del próximo año. A su vez, otro de estos tratamientos, que ha dado resultados positivos, está ya pendiente de valoración por parte de la FDA americana y por las autoridades europeas.
Hay dos tratamientos amiloides que ya se están comercializando, y uno de ellos podría comercializarse en Europa a partir del próximo año
Por otro lado, en la actualidad se dispone ya de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo (LCR), que se obtiene mediante punción lumbar. Estos biomarcadores tienen una sensibilidad de cerca del 90%. “No son, por lo tanto, diagnósticos per se, pero ayudan en el diagnóstico”, explica para ConSalud el doctor Guillermo García Ribas, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN). El experto añade que también se están desarrollando biomarcadores en sangre, que todavía están en fase de evaluación. Entre ellos, los más prometedores se basan en la proteína tau fosforilada en el aminoácido 217.
En lo relativo a las estrategias de atención y cuidado, por el momento son llevados a cabo por los familiares del paciente. Sin embargo, “se está intentando mejorar la provisión de cuidados, tanto en centros de día con programas de estimulación cognitiva específicos, como en residencias”, comenta el doctor Guillermo García.
La prevención del alzhéimer es fundamental para enlentecer la progresión de la enfermedad. Recientemente se han identificado la sordera y la polución ambiental como nuevos factores de riesgo de la patología. De este modo, se añaden a los ya conocidos, como son todos aquellos que tienen que ver con con el riesgo cardiovascular. “En el cerebro lo vascular es también muy importante, por lo que el control de la salud cardiovascular disminuye el deterioro cognitivo”, añade el portavoz de la SEN.
El aislamiento social también es un factor de riesgo, por lo que su prevención, a través de una vida socialmente activa, es fundamental. A su vez, la realización de ejercicio físico, la lectura o la escritura manual son también herramientas que se pueden emplear para frenar el avance de la enfermedad.
Guillermo García Ribas: “Las asociaciones son la mejor manera de estar informado de las novedades que haya en este campo”
A pesar de los avances que están teniendo lugar en este ámbito, la comunidad científica aún se enfrenta a numerosos desafíos. El alzhéimer es una patología infradiagnosticada, pues se estima que, en España, más del 50% de los casos que son leves están aún sin diagnosticar. Sin embargo, la enfermedad se detecta cada vez más en fases leves o moderadas, mientras que hace años se hacía cuando la patología ya se encontraba en fases de demencia severa.
Además, la precisión diagnóstica se encuentra en torno al 90%, por lo que se pretende lograr incrementarla hasta el 100%. Por otro lado, los investigadores se enfrentan también a la mejora de la capacidad pronóstica. “Es decir, que yo pueda pronosticar de manera individual a cada una de las personas cuál va a ser la evolución que tenga la enfermedad en su caso concreto”, explica el experto.
Finalmente, el doctor Guillermo García Ribas ha comentado que, para estar al tanto de los últimos avances o saber cómo participar en investigaciones, los familiares cuentan con asociaciones como la Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (CEAFA). “Las asociaciones son la mejor manera de estar informado de las novedades que haya en este campo”, concluye el portavoz de la SEN.