La psicología deportiva ha adquirido un gran papel en la formación de cualquier deportista, tanto de manera individual como colectiva. Los años de la pandemia han estado marcados por la salud mental y el ámbito del deporte no ha sido diferente, cada vez son más los profesionales que muestran públicamente que han sufrido depresióny ansiedad.
El rendimiento deportivo no solo depende del entrenamiento físico, la psicología supone una parte esencial para alcanzar el éxito. En este proceso, los psicólogos especializados en el deporte son los encargados de ayudar a afrontar los objetivos de los deportistas. Ana Silva Callejo, colaboradora del centro de psicólogos, UPAD y psicóloga del Club Deportivo Trival Valderas y Atlético Cañada de Alcorcón, explica que el apoyo y asesoramiento psicológico son "una más de las piezas"que completanel entrenamiento de estos deportistas, además de que el equipo psicológico les acompaña en la búsqueda de "objetivos y motivaciones" que influyen de manera directa en el rendimiento y en los resultados.
El estrés y la ansiedad son algunos de los peligros que pueden afectar de manera negativa a los deportistas a la hora de competir. La experta señala que la exigencia que se impone uno mismo es la más perjudicial. “Lo que lleva a un agotamiento mental, que termina desembocando en una falta de motivación", explica Silva.
Cada vez son más los profesionales que deciden añadir el tratamiento psicológico a su entrenamiento, ya sea en deportistas que compitan de manera individual, como en equipos que incorporan a su cuerpo técnico un departamento de psicología que trabaja de manera grupal e individual con los jugadores. “Formamos parte del cuerpo técnico dentro de clubes deportivos en donde nuestra labor es ayudar a mejorar el rendimiento de una manera más constante y bidireccional, a través de la observación y análisis de las situaciones de entrenamiento y competición”, indica Ana Silva.
"Le acompañamos en la búsqueda de objetivos, motivaciones y todo tipo de variables que influyen en el rendimiento del mismo para potenciar la consecución de resultados”
Uno de los problemas más frecuentes en la vida de un deportista son las lesiones. Las dificultades pueden venir tanto de una rotura de menisco como de una crisis de ansiedad. El periodo de inactividad junto con el proceso de rehabilitación pueden alterar el rendimiento del profesional en la vuelta a la competición. Además es necesario tener en cuenta el miedo a lesionarse de nuevo. “El trabajo de habilidades como la resiliencia, la motivación o la autoconfianza, unidas a un apoyo social fuerte, son fundamentales para la recuperación psicológica de la lesión”, asegura Silva.
Durante la carrera profesional de un deportista se viven situaciones de todo tipo, por ello, otro de los objetivos de la psicología deportiva se basa en ayudar a gestionar las victorias acompañadas de euforia y las derrotas seguidas por la decepción. “Es desde esos mismos momentos desde donde se resurge y se transforman en una mejora y ganas de avanzar. Este aprendizaje es el que va creando a un deportista”, resalta la psicóloga.
En estos últimos años, muchos deportistas han explicando públicamente los problemas de salud mental por los que han pasado. Como es el caso de Simone Biles, una de las gimnastas más reconocidas y con mayor proyección, que llegó a retirarse de una final de los Juegos olímpicos de Tokyo por razones mentales. Un proceso parecido al que vivió la tenista ex-número uno del mundo, Ashleigh Barty, que tras salir campeona del Open de Australia, tomó la decisión de retirarse por agotamiento mental con tan solo 25 años. Esta visibilización junto con el trabajo de los psicólogos deportivos, supone un avance continuo hacia el final de la estigmatización de la ayuda piscológica en el deporte.