El alzhéimer es una enfermedad que afecta en gran medida a las personas que conviven con ella: tanto pacientes como familiares o entorno cercano. Visibilizar esta situación puede ayudar a que la sociedad comprenda cómo es el día a día de estas personas y se ponga en su lugar. Por ello, con motivo del Día Mundial del Alzheimer, el Teatro Amaya de Madrid acogerá las Jornadas de concienciación sobre el Alzheimer ‘Unos días para recordar’ que se celebrarán desde el 12 hasta el 15 de septiembre. Durante el evento, tendrán lugar las funciones solidarias de la obra Aquellas migas de pan (Breadcrumbs), que contarán con las interpretaciones de Mónica Bardem y Carmen Ibeas. Precisamente, Carmen Ibeas ha valorado en ConSalud.es la importancia de este tipo de iniciativas.
¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo las Jornadas de concienciación sobre el alzhéimer?
Estábamos haciendo la temporada de nuestra obra de teatro ‘Aquellas migas de pan’, y entramos en contacto con la Fundación Alzheimer España. Les encantó el proyecto porque habla de la demencia temprana y de la relación entre los cuidadores y los pacientes, y cómo el poder coger a tiempo la patología da margen a que el paciente pueda tener su calidad de vida y aprovechar esa vida. Es un canto positivo de una enfermedad que suele tener una visión dramática. A raíz de esto comenzamos con la Fundación a hacer un formato ‘híbrido’, que consiste en una función teatral seguida de un coloquio con el equipo artístico y con expertos de alzhéimer. Ahora se han sumado actividades paralelas en las que también se puede aprender de la enfermedad con talleres de musicoterapia o con un 'escape room'.
"Hay personas que se emocionan porque han tenido un familiar o alguna experiencia parecida, pero casi todo el mundo sale con una sensación bonita"
Los espectadores que acudan a ver la obra de teatro, ¿qué se van a encontrar?
En nuestra experiencia, hemos tenido mucho tipo de respuestas de la gente tras ver la obra. Hay personas que se emocionan porque han tenido un familiar o alguna experiencia parecida, pero casi todo el mundo sale con una sensación bonita. Incluso aquellos que habían vivido una situación parecida, se sentían acompañados.
Ha hablado de llevarse una sensación positiva pero, ¿cuál es el mensaje que se quiere transmitir al público a través de estas funciones?
Por un lado el no estar solo y que se sientan acompañados, ya que es una enfermedad que, aunque todavía sigue siendo bastante tabú en España, desgraciadamente lo padecen miles de personas, y afecta directamente también a sus familiares o cuidadores. También se quiere mostrar que hay una etapa vital en la que el paciente puede estar lúcido y aprovechar al máximo. Además, es importante que vean que tienen a la Fundación Alzheimer al lado para acompañarles.
Se trata de un mensaje positivo y de esperanza. ¿Qué importancia tiene el desarrollar actividades artísticas que aborden temas como el alzhéimer?
A mí me parece algo fundamental, porque no es lo mismo que estén intentando enseñarte algo cuando no lo has vivido a vivirlo realmente. El arte tiene esa manera de traspasar, de algún modo la historia llega a tu subconsciente. Emocionarte con los personajes, reír, empatizar y llorar hace que el mensaje quede impregnado en la piel. No te lo llevas como algo teórico sino que lo has vivido con ellos, y esto es una forma de concienciar muy directa. Además, los coloquios también se convierten en una especie de consultorio en el que la gente puede preguntar a expertos o contar lo que han sentido. Todo esto ayuda mucho, ya que se trata de una enfermedad que para los familiares es muy dura.
"Esperamos quitar el tabú en personas que no tengan familiares con alzhéimer o que no vivan cerca de la enfermedad, y lograr que se interesen por el tema"
Representar papeles de estas características puede ser complejo. ¿Qué consejo daría a otros artistas que quieran participar en proyectos similares?
Lo primero es que tengan mucha empatía, porque son asuntos delicados. Nosotros lo que hicimos fue documentarnos lo máximo posible y contactar con entidades que sean expertas en esto, para poder abordar el tema de la mejor forma posible. Empatía es la palabra que más destacaría.
En lo relativo a la concienciación y sensibilización de la sociedad, ¿qué se espera lograr con este proyecto?
Esperamos quitar el tabú en personas que no tengan familiares con alzhéimer o que no vivan cerca de la enfermedad, y lograr que se interesen por el tema. En otros países, como Estados Unidos, muchas películas tratan el tema de la enfermedad o de otro tipo de demencias. En cambio, en España sigue siendo una cuestión que asusta. Queremos acercar la patología de manera bonita al público general, sin que asuste. Con el cáncer, por ejemplo, se está eliminando el tabú o el estigma, pero en las enfermedades neurodegenerativas aún hay más miedo. Por otro lado, la función va siguiendo los pasos de la enfermedad a medida que va avanzando, enseñando al espectador cómo evoluciona esa enfermedad. Finalmente, queremos que la gente sepa que la enfermedad puede aparecer de manera temprana y no hay que asociarlo a la tercera edad. Cuanto más concienciados estemos, más presión haremos para que se investigue y se apoye desde las instituciones.