La pandemia de la Covid-19 ha tenido como consecuencia, además de problemas económicos, de salud mental o física, un aumento de la alopecia. En los últimos 10 años ya se observaba un incremento de un 10-20% de casos, pero con la Covid-19 esto ha crecido más. Se estima que el 50% de la población española tiene alopecia androgenética, el tipo de calvicie más común que tradicionalmente se ha relacionado con los hombres, pero que cada vez más mujeres sufren. Porque según datos del Hospital Capilar, el 30% de las mujeres sufre alguno de los más de 100 tipos de alopecia que existen.
“La alopecia ha aumentado entre las mujeres. Por ejemplo, el efluvio telógeno, que es una caída muy llamativa del pelo que se produce por el estrés. En muchas mujeres ha aumentado después de la infección por Covid”, explica a Consalud.es el Dr. Sergio Vañó dermatólogo, tricólogo y cirujano capilar, director de la Unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Estas mujeres recuperaran el pelo, aunque durante cuatro meses tengan una acusada falta de él. Pero en otros casos el pelo no vuelve a crecer.
Es el caso de la alopecia frontal fibrosante, un tipo de alopecia en el que desaparece el pelo de la zona de la diadema de la cabeza y de las cejas principalmente. “Es un tipo de alopecia cicatricial que ha aumentado exponencialmente fundamentalmente en mujeres. Se comenzó a diagnosticar hacer unos 30 años y desde entonces no ha parado de aumentar”, indica la Dra. Virginia Velasco Tamariz, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre.
“Conlleva una pérdida de autoestima muy importante y condiciona la vida social de quien la padece”
También nos encontramos un aumento de la alopecia areata, caracterizada por pérdida de pelo en zonas del cuerpo como parches. “En los dos o tres últimos años ha aumentado también mucho, posiblemente por el estrés de la pandemia. Afecta tanto a hombres como mujeres en el pelo cabelludo, las pestañas, las cejas…”, señala el Dr. Vañó.
La pérdida de cabello en las mujeres es especialmente traumática dada la falta de aceptación social, mucho menor que en el caso de los hombres. “Conlleva una pérdida de autoestima muy importante y condiciona la vida social de quien la padece”, manifiesta la Dra. Velasco Tamariz. Muchas mujeres acaban teniendo importantes problemas de ansiedad y depresión.
TRATAMIENTOS Y ESPERANZAS
Sin embargo, el aumento de la investigación en alopecia de los últimos años permite ser optimistas con esta patología, pese a su aumento de incidencia. En palabras del Dr. Vañó: “Es el mejor momento para tener alopecia femenina porque contamos con muchos tratamientos”.
Los tratamientos frenan su avance y fortalecen el pelo que tienen, “lo vuelve más grueso”
En los últimos años el desarrollo de fármacos orales o cutáneos ha supuesto una revolución en el abordaje de estas condiciones dermatológicas. “La investigación ha permitido incorporar nuevos fármacos muy eficaces al tratamiento de la alopecia. Algunos ejemplos son el minoxidil oral o la mesoterapia con antiandrógenos para la alopecia androgenética o los fármacos anti JAK para la alopecia areata”, indica la Dra. Velasco Tamariz.
Los resultados son realmente fascinantes. “Muchas mujeres llegan a consulta pidiendo el trasplante capilar, nosotros muchas veces les proponemos empezar por un tratamiento de un año. La mayoría no necesitarán el trasplante pasado ese tiempo” explica el Dr. Vañó. Eso es porque, aunque los nuevos tratamientos no permiten recuperar el pelo en las zonas de calvicie de la alopecia androgénica o la frontal fibrosante, frenan su avance y fortalecen el pelo que tienen, “lo vuelve más grueso”, mejorando así su imagen y tapando más las zonas sin pelo, explica el dermatólogo.
La aparición de nuevos tratamientos ha permitido que las mujeres se animen cada vez más a consultar sobre su calvicie a los dermatólogos, visibilizando una situación cada vez más común en nuestra sociedad y que afecta especialmente a la salud mental de las personas. Además, “el interés en este campo seguramente hará posible nuevos avances en un futuro próximo”, concluye la Dra. Velasco Tamariz.