Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10,8% de los niños y adolescentes tienen obesidad, y el 38,4% sobrepeso. Un exceso de peso que la mayor parte de los niños mantendrá cuando sean adultos desarrollando patologías como hipertensión, diabetes de tipo 2 o riesgo cardiovascular.
Sin embargo, como señala la Dra. Cristina Alfaro Iznaola, especialista del Servicio de Endocrinología Infantil Hospital Universitario Rey Juan Carlos, el porcentaje incluso podría ser mayor. "Cada día vemos que más pacientes que vienen a otras consultas hospitalarias por otros motivos no relacionados con esta patología pero que acaban siendo diagnosticados también de sobrepeso u obesidad. Esto orienta a que el problema al que nos enfrentamos es mucho mayor”, apunta la endocrinóloga infantil
La obesidad y el sobrepeso infantil son una de las principales pandemias de este siglo. Ante ello, el Hospital Rey Juan Carlos, perteneciente a la red pública madrileña, ha organizado la ‘Jornada de prevención de obesidad infantil. Estrategia InfaSEN, Infancia con Sentido’, donde se han dado consejos a las familias para cambiar los hábitos de vida de los más pequeños y ayudarles a llevar una vida lo más sana posible en todos los aspectos.
“Por desgracia, muchas familias desconocen qué implica comer sano. Hay mucha industria de marketing en productos que se venden como saludables, pero que, si se analizan detenidamente, no lo son, y eso confunde mucho a los padres”
El seguimiento de un sobrepeso debe comenzar en el centro de salud y ser remitido a la consulta de Endocrinología Infantil en caso de mala evolución, de paso a obesidad o de aparición de complicaciones. “Gracias al trabajo desde los dos ámbitos asistenciales, conseguimos mejoras, pero solo si la familia está dispuesta a implicarse y hacer un esfuerzo conjunto. Por eso son necesarias jornadas formativa como ésta”, comenta la Dra. Alfaro.
Alimentación, sueño y deporte son las claves para prevenir la obesidad. “Por desgracia, muchas familias desconocen qué implica comer sano. Hay mucha industria de marketing en productos que se venden como saludables, pero que, si se analizan detenidamente, no lo son, y eso confunde mucho a los padres”. A eso se suma que pese a conocer la importancia de hacer ejercicio de forma regular y adecuada, no se pone en práctica.
“Si cambiamos los horarios, se producen cambios en el biorritmo de éstas y otras hormonas, y esto predispone a la aparición de enfermedades metabólicas”, continúa
Según señala el centro en la jornada de prevención de obesidad infantil, es clave no comprar cosas que no se deben consumir, comer todos juntos en familia sin pantallas y tomar, al menos, tres raciones de fruta y/o verdura al día. "Gestos tan sencillos como no comprar bollería para desayunar y tener solo pan y fruta en casa, o apagar la televisión y los móviles mientras disfrutamos de una buena conversación en familia, harán que nuestros hijos valoren mucho más estos cambios y que, cuando ellos sean independientes, los mantengan”, subraya la endocrinóloga pediátrica.
¿Y qué tiene que ver el sueño con la nutrición? Desde un punto de vista endocrinológico durante la noche se segrega la hormona del crecimiento, primordial para el desarrollo de nuestros hijos y de sus órganos. Otra hormona fundamental que se segrega al final de la madrugada es el cortisol, nuestro ‘estimulante’ natural para poder tener energía durante el día”, señala la doctora. “Si cambiamos los horarios, se producen cambios en el biorritmo de éstas y otras hormonas, y esto predispone a la aparición de enfermedades metabólicas”, continúa.
Consejos sobre estas tres áreas se han impartido en lala ‘Jornada de prevención de obesidad infantil. Estrategia InfaSEN, Infancia con Sentido’, -que está grabada y puede verse en este link.